Sábado 23.9.2023
/Última actualización 22:28
Una nueva oleada de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México ha ejercido una inmensa presión sobre los recursos federales y ha puesto a prueba las políticas fronterizas del presidente Joe Biden apenas unos meses después de su entrada en vigor, lo que provocó nuevas críticas de los republicanos y preocupación dentro de la administración por un tema políticamente delicado.
Migrantes esperando en El Paso, Texas, frontera entre México y EE.UU.Durante los últimos dos años, la administración del actual presidente ha seguido enfrentándose a una feroz oposición de los republicanos y, en ocasiones, de los demócratas, por sus políticas de inmigración.
Ese panorama político se puso de relieve esta semana cuando los funcionarios de la administración se vieron obligados a lidiar con imágenes de migrantes cruzando a EE.UU. en grandes grupos.
Pero la nueva ola de recién llegados no promete un buen panorama para Biden que intensifica su campaña de reelección ante los republicanos que continúan criticando a la administración por su manejo de la frontera.
En ausencia de una reforma migratoria, la administración ha implementado un marco de políticas para tratar de detener el flujo de migrantes que viajan hacia la frontera sur de Estados Unidos, como una aplicación móvil para evitar que las personas crucen ilegalmente.
También han creado centros en el hemisferio para permitir que los inmigrantes presenten solicitudes para venir a Estados Unidos.
Sin embargo, el movimiento de personas aumentó, y los funcionarios de Seguridad Nacional sostienen que esto se debe a las economías pobres, los regímenes autoritarios y la crisis climática como fuerzas que impulsan la migración.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, viajó a la frontera este sábado, a McAllen, Texas, para reunirse con la presidenta Xiomara Castro, de Honduras.
Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos.El Departamento de Defensa, por su parte, envió 800 nuevos efectivos en servicio activo a la frontera entre Estados Unidos y México, además de los 2.500 miembros de la Guardia Nacional que ya están desplegados, para brindar apoyo a las autoridades federales.
La llegada de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos también afecta el centro de las ciudades, donde suelen residir los solicitantes de asilo mientras realizan sus trámites migratorios, ampliando el alcance del problema para la administración Biden.