El Gobierno de El Salvador aplica desde este lunes medidas de seguridad "más drásticas y duras" en las prisiones que albergan a unos 16.000 pandilleros, donde selló con planchas metálicas las puertas de las celdas, como medida para frenar el alza de homicidios en el país, que entre viernes y domingo dejó 58 asesinatos.