Una explosión y un tiroteo tuvieron lugar este viernes en la sala de conciertos Crocus City Hall, en Krasnogorsk, a las afueras de la capital de Rusia, Moscú, que dejaron al menos 40 muertos y 100 heridos.
Un grupo fuertemente armado irrumpió y abrió fuego indiscriminadamente. El gobierno de Putin lo calificó de “sangriento atentado terrorista”.
Una explosión y un tiroteo tuvieron lugar este viernes en la sala de conciertos Crocus City Hall, en Krasnogorsk, a las afueras de la capital de Rusia, Moscú, que dejaron al menos 40 muertos y 100 heridos.
Un grupo fuertemente armado irrumpió en la sala de conciertos y abrió fuego indiscriminadamente. Las llamas se empinaban hacia el cielo y columnas de humo negro se elevaban sobre el lugar.
El gobierno de Putin lo calificó de “sangriento atentado terrorista”. El episodio ocurrió apenas unos días después de que el presidente Vladimir Putin fue reelegido para un nuevo mandato de seis años y mientras Rusia prosigue una guerra con Ucrania.
Los medios de comunicación rusos informaron de una segunda explosión en el recinto y que algunos de los hombres armados se habían atrincherado en algún lugar del edificio.
Imágenes sensibles
Rusia reforzó la seguridad en aeropuertos y estaciones y en toda la capital, una vasta zona urbana de más de 21 millones de habitantes. Putin aún no se ha pronunciado por lo ocurrido.
"Toda la comunidad mundial está obligada a condenar este monstruoso crimen", aseguró la portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zakharova. "Se están haciendo todos los esfuerzos para salvar a la gente".