La provincia de Corrientes comenzó a aplicar un plan de vacunación contra la fiebre amarilla en cuatro localidades de la frontera con Brasil ante una alerta epidemiológica, informaron este jueves fuentes del Ministerio de Salud Pública.
Desde la provincia indicaron que la campaña tendrá foco en las localidades de Garruchos, Garabí, San Carlos y Liebig, ubicadas en la frontera con Brasil.
La provincia de Corrientes comenzó a aplicar un plan de vacunación contra la fiebre amarilla en cuatro localidades de la frontera con Brasil ante una alerta epidemiológica, informaron este jueves fuentes del Ministerio de Salud Pública.
"Ahora estamos preocupados por la situación de departamentos vecinos de Brasil, por lo que avanzamos con vacunación y sensibilización para que la comunidad sepa cómo actuar ante algún caso sospechoso y sobre todo ante la posibilidad de encontrarse con monos enfermos o muertos”, dijo el ministro de salud Ricardo Cardozo.
La estrategia aplicada, que según el ministro se aplica regularmente todos los años, se estableció esta semana en las localidades de Garruchos, Garabí, San Carlos y Liebig, lugares considerados vulnerables por limitar con Brasil.
Se trata de comunas ubicadas a lo largo de la costa del río Uruguay, donde rige un alerta epidemiológico, precisó la cartera sanitaria.
La directora de Enfermedades Vectoriales y Zoonosis de Corrientes, Lilian Percíncula, indicó que se trata de una estrategia desarrollada "en las zonas más vulnerables por la alerta epidemiológica que hemos recibido de fiebre amarilla y antes de la etapa de mayor virulencia de esta enfermedad que es de septiembre a marzo”.
Como parte de las actividades se aplicaron vacunas casa por casa en la primera comuna alcanzada, Garruchos, y se realizó una charla informativa en una escuela.
"En estas localidades aumentaremos al máximo la cobertura de vacunas contra la fiebre amarilla, debemos llegar por lo menos al 80 por ciento de la población o más”, explicó la funcionaria.
Indicó que la tarea consiste en vacunar a todas aquellas personas que no recuerden o no acrediten un certificado de vacunación contra la enfermedad, desde los 12 meses de edad hasta los 59 años.
“Además, se fortalecen todas las actividades de promoción, sensibilización y educación, con lo cual, una vez realizada esta tarea, vamos a avanzar con las otras localidades de la región que también son potencialmente vulnerables al ingreso de esta enfermedad”, dijo Percíncula al referirse a Garabí, San Carlos y Liebig.