El icónico complejo "Sobremonte", inaugurado en el verano de 1972 en Mar del Plata, ahora es desmantelado por por operarios. Fue estructura -aunque hoy está en ruinas- de memorables espacios como “Coyote”, “Velvet” y “El divino”, entre otros.
El proceso de demolición del histórico boliche de avenida Constitución, Sobremonte, comenzó en los últimos días para dar inicio a la construcción de una estación de servicios, prevista para fines de marzo.
El icónico complejo "Sobremonte", inaugurado en el verano de 1972 en Mar del Plata, ahora es desmantelado por por operarios. Fue estructura -aunque hoy está en ruinas- de memorables espacios como “Coyote”, “Velvet” y “El divino”, entre otros.
Una nueva estación de servicios se comenzará a construir a fines de marzo en la manzana de 3.500 metros cuadrados emplazada en Constitución entre Carballo y Torre de Vera y Aragón. Además se desarrollará un paseo comercial que irrumpirá en la zona con distintas atracciones.
Con su oferta gastronómica y más de cinco pistas, Sobremonte supo convertirse en un ícono de la noche marplatense y paseo obligado para jóvenes, adultos y decenas de figuras de la talla de Diego Armando Maradona, Charly García, Andrés Calamaro, Miguel Abuelo, Gustavo Cerati, Luis Alberto Spinetta y muchos más.
El cierre del boliche, confirmado por su dueño Eduardo Aracil en enero de 2019 por una orden de un juez y el aumento de los costos de los servicios, se sumó al de otros espacios emblemáticos de la “avenida del ruido” como Chocolate -donde se levantará un edificio sustentable- o Pinar de Rocha. Sobrevive GAP, escenario de numerosos recitales este verano.
Los responsables de la publicidad del espacio lo vendían como una “oferta única”. Algo que era verdad, sobre todo en Mar del Plata. Seis propuestas diferentes, dos discotecas, cinco pistas de baile, parques ambientados, terrazas al aire libre, doce barras diferentes, pileta climatizada, escenarios para múltiples shows, un restaurante cantina, otro de comida mexicana y otro llamado Bistró, con base de cocina mediterránea. En uno de sus patios, además, una pirámide de cristal se alzaba para dar lugar a un “cyber bar”, mesas de pool y una parrilla típica argentina.
Así, luego de haber estado abierto al público durante 47 años, se pone punto final a un lugar que albergó la juventud de una multitud de marplatenses y turistas.
Con información de La Capital