Martes 14.9.2021
/Última actualización 17:09
Se puede hacer una lectura superficial y otra más profunda de lo expresado, en las PASO, por el pueblo y en las urnas. También es posible, sin juicio de valor ni enojos con lo inalterable, acceder a los indicios emergentes de una sociedad golpeada por la pandemia y sus daños laterales -ya siquiera colaterales-.
Vamos a optar por lo primero. Lo superficial. El Poder de la Negación está gobernando la cultura y el pensamiento de manera tan déspota que no da espacio para poner en crisis las estructuras que sostienen a una sociedad groggy por las transformaciones, emocionales, que se consolidaron en este año y medio de miedo y quietud.
Quizás, próximas generaciones puedan ver con mayor distancia el producto del mazazo que recibió el mundo en 2020-21. Reducimos el campo y analizamos las "sorpresas" expresadas en guarismos electorales.
La provincia "Increíble" de Santa Fe
Nuestra provincia fue uno de los atractivos de avistamiento de aves -rapases- más biodiversas del país.
El club swinger de un gobernador y una gobernadora compartiendo cama con sus -otrora- compañeritos de fórmula, dio como resultado el final de una expresión kirchnerista, autóctona, que llevaba casi dos décadas actuando como partener y sostén del socialismo en la provincia.
Esta "rara avis" no tiene explicaciones en las internas del propio peronismo. Tal como lo analizamos anteriormente, fue la muerte de Lifschitz -Cisne Negro- la que sedujo al rossismo a desempolvar su viejo afán de la Casa Gris como únicos inquilinos y sin compartir baños ni dormitorios. El ex ministro de Defensa, cual si fuese un adolescente con sus hormonas brotando, no pudo disciplinar a la insoportable levedad de su ser y fue por el amor, no correspondido, del electorado santafesino. Hizo abandono de su hogar materno, desoyó los consejos de CFK y quedó más cerca de volver a la ingeniería que del gobierno provincial. Tiene una última carta, pero para jugarla deberá estar demasiado a ras del suelo para solicitar piedad. El rossismo, como expresión territorial, terminó.
Rodenas, la segunda dama, puede ser la heredera en la construcción territorial del propio Rossi y es aún útil, tanto para la Rosada, como para la Gris. La nueva política es ingeniería electoral, no ideas. Mucho menos ideología.
La "sobreoferta" electoral amarilla, también puede encontrar alguna explicación en la ausencia del gran elector que emocionó a muchos con sacar carnet de candidatos a gobernador. Igualmente, el fantasma de Miguel del Sel continúa y el alquiler de rostros mediáticos protagonizó la interna mucho más que la política. Carolina Losada, por un lado y Amalia Granata, por otro, fueron determinantes. En el caso de Maximiliano Pullaro fue él quien alquiló partido y en su mudanza no le fue mal en votos, sorprendió su proyección nacional, pero su estrategia está muy emparentada a la ingenuidad de Rossi de ir por todo alentados por el Cisne Negro.
Corral, al menos por unos años, se despidió de la aventura electoral provincial. Juntos por el Cambio perdió un contrincante posible, para 2023, a la gobernación, pero fijó al posible intendente de Santa Fe 2023 - 2027. La lectura no admite demasiadas posibilidades, pareciera que el propio ex Intendente, con sus decisiones autoboicotea sus chances de gobernabilidad, y alimenta su figura en pago chico (pero seguro).
La picadora de carne no fue ajena en la ciudad con datos interesantes para analizar en profundidad. Lo que aparece como fenómeno no lo es, pero elegimos la superficialidad para este análisis, como ya lo expresamos para comprender más que entender.
El oficialismo, bajo la figura de Jatón, no pudo trasladar -en nada- sus 84.000 votos de las PASO que lo llevaron a la intendencia. Los 17.000 de su candidata, Laura Mondino, es un resultado más que apático.
El radicalismo universitario mantuvo el caudal de votos de Cantard 2019 (también en primarias). El corralismo se impuso con Chuchi Molina, pero muy cerca de Hugo Marcucci, candidato de Barletta, y advierte internas furiosas con miras a ocupar el edificio de Salta 2948 en 2023.
En el peronismo, Jorgelina Mudallel cumplió su primer objetivo, encabezar lista, pero estuvo muy lejos de lograr un caudal de votos significativo. Alejandro Rossi, segundo y muy cerca, se asegura un lugar para pelearla desde adentro del Concejo y también se anota hacia 2023.
La aventura de los herederos de Maguid (abuelo) se dio por cerrada, con un caudal de votos pobres, de Lucas Maguid, en relación a una campaña por demás de onerosa. Con Sebastián Pignata fuera, el espacio quedó vacante en cuanto a nombres. Esta vez la espalda no fue la de la estructura UPCN que decidió ir con Mudallel.
¿Y dónde están los votos "que no están"?
Los porcentajes dicen una cosa, pero la cantidad de votos otra. La aparición de actores independientes -tal el caso de Juanjo Piedrabuena y Saúl Perman- inauguró a los microemprendedores de la política ante la crisis de representatividad de los partidos tradicionales. Sin estructuras atrás -ni delante- estos dos outsiders de la política profesional sumaron 19000 votos -12500 el cantante Piedrabuena y 6500 el activista Perman. En el caso del artista, arrasando en los sectores más humildes. Saúl Perman sorprende con la cualidad de sus votos. Se mantiene en porcentajes similares en las seccionales clase media y en aquellas que mal llamaremos; "Suburbios".
Fuera de la competencia y la grieta, el dato preocupante no tiene que ver con ganadores y perdedores.
Sí con un creciente descontento y bronca que está cocinándose a fuego lento en todo el país. Fue el dirigente, Fernando "Chino" Navarro, kirchnerista del Movimiento Evita y vinculado a movimientos sociales quien tiró, como si nada, una hipótesis que aporta más vértigo al caos: "la gente está muy caliente y lo peor sería que de las urnas el descontento pase a las calles", dijo.
La revelación de los indicadores de la voluntad popular, en este caso no es cuantitativa sino cualitativa. Cuando la bronca no puede canalizarse, ni verse representada en expresiones institucionalizadas dentro de la propia democracia, la opción no es constructiva. El propio Milei contribuye a que ese grito sea contenido con su convocatoria.
La grieta es una estructura ficticia y sobreactuada, pero hoy está sosteniendo los endebles andamios de la convivencia pacífica en una sociedad que aún transita por la cornisa, floja, de la "tensa" calma.
Fuera de la competencia y la grieta, el dato preocupante no tiene que ver con ganadores y perdedores. Y sí con un creciente descontento y bronca que está cocinándose a fuego lento en todo el país.
La revelación de los indicadores de la voluntad popular no es cuantitativa sino cualitativa. Cuando la bronca no puede canalizarse, ni verse representada en expresiones institucionalizadas dentro de la propia democracia, la opción no es constructiva.