Ponen la lupa en el manejo del SF500, el fondo público-privado de biotecnología
La formación del SF500, cuyo objetivo era y es transformar a equipos de investigadores en fundadores de startups biotecnológicas para formar las 500 nuevas empresas de base tecnológica en la provincia de Santa Fe, entra también en terreno de balance, a dos años de su lanzamiento. ¿Cómo sigue?
Ponen la lupa en el manejo del SF500, el fondo público-privado de biotecnología
Entre los múltiples balances que el fin de año y de gestión proponen en la provincia, hay uno que sobresale tanto por su actualidad como por su enorme potencialidad, y es el del desarrollo de empresas de base biotecnológica: Santa Fe tiene “espesor” y jugadores fuertes, empezando por Bioceres, de alguna manera el motor de este sector vibrante y pleno de innovación.
Durante su gestión (e incluso antes, en su campaña), el saliente gobernador santafesino, Omar Perotti, apostó como uno de sus programas insignia al SF500, que pretendió aportar a la creación de startups biotecnológicas en toda la provincia, a través de un fondo de inversión público-privado para emprendedores.
Con el mandato concluido, hay más dudas que certezas sobre el impacto que tuvo realmente la iniciativa y, como consecuencia directa, también y especialmente se pone en duda con fuerza el gerenciamiento del SF500.
Este es un proyecto que surge por iniciativa de la prestigiosa biotecnológica rosarina Bioceres, el gobierno de Santa Fe y diversos actores de la comunidad de innovación santafesina. El proyecto arrancó con una inversión privada de 27 millones de dólares y 3 millones del gobierno de Perotti.
A fines de 2022, el director ejecutivo de SF500 y exsecretario de Asuntos Estratégicos, Francisco Buchara, realizó un balance donde ya había asociadas 17 compañías. “Vemos que se puede, estamos muy felices de este primer año como equipo; existe un activo intangible, de gente que aporta a hacer cosas relevantes y hacer el bien”, dijo entonces.
Sin embargo, un año después, se empezó a dudar en el ambiente empresarial del sector sobre el verdadero alcance que tuvo el programa en estos dos años. Justamente, Buchara empezó a ser señalado por no darle amplitud al negocio, ni abrirlo como se planteaba en esencia. Y que, además, empezaba públicamente a usar más el “yo” que el “nosotros”, aun cuando los privados, con Bioceres como abanderada, aportaban el 90% de los fondos del sistema.
Además, quedó expuesta una suerte de incompatibilidad, la de pasar de funcionario del gobierno en el Área de Asuntos Estratégicos a manejar el fondo para privados.
Buchara, desde que entró en el gobierno y luego al hacerse cargo del fondo, levantó el perfil, comenzó a asistir y hablar de negocios en el círculo rojo de Rosario, (ciudad en la que no nació y en la que se instaló cuando se formó el SF500: hace sólo dos años). Dicho en otras palabras: no pertenece al ecosistema de origen de la iniciativa. De hecho, es oriundo de San Nicolás, donde fue responsable del modelo de diversificación productiva de esa ciudad bonaerense, comandada por la familia Passaglia (indentificada con el PRO), a cargo del Parque Industrial, Puerto, Predio Ferial y Autódromo.
La idea del gobierno provincial que asumió hace contados días es mantener el proyecto -cuya potencialidad no se discute- y darle, esta vez sí, mayor vuelo a la ciencia y tecnología. Y en esa reversión o regreso a las fuentes, se analizan algunas cuestiones de funcionamiento. Entre ellas, centralmente, por ejemplo, la función del CEO.
Quienes conocen el hilado fino de este pujante sector entienden que Buchara se dedicó más a levantar su propio perfil que a establecer los lazos con las biotecnológicas, cuyo funcionamiento es mucho más técnico y de trabajo en equipo que de desarrollos personales.
Bioceres apostó fuerte al proyecto que tiene en su ADN un sesgo transformador para la región. Su dueño, Federico Trucco, se puso desde el comienzo al frente de la iniciativa y compartió más de un acto formal con Perotti y funcionarios del área de Ciencia y Tecnología para darle prestigio; además de ser uno de los principales aportantes para consolidar la iniciativa, que hoy espera las señales y aportes de la parte estatal, tras el recambio de autoridades.