La planta industrial ubicada en Capitán Bermúdez, que en su momento perteneció a Petroquímica Bermúdez S.A., permanece clausurada, pero sin haber sido desmantelada completamente, lo que representa un riesgo ambiental latente. Así lo advirtió una organización ambientalista que exige soluciones inmediatas frente a la ausencia de medidas concretas por parte de los responsables.
La instalación, cerrada en 2013, todavía no cuenta con un seguro ambiental obligatorio vigente, una exigencia legal clave para cualquier actividad que implique riesgos para el medioambiente. Según denuncias, esta omisión se suma a una serie de irregularidades que incluyen la falta de un cierre definitivo conforme a las normativas.
Riesgo ambiental y falta de controles
La organización que lleva años monitoreando la situación del predio alertó sobre la posibilidad de que sustancias químicas tóxicas continúen presentes en el lugar, agravando el impacto ambiental y poniendo en peligro la salud de la población. Entre los principales puntos de preocupación, mencionaron la erosión causada por el clima y la posible filtración de contaminantes a las napas de agua.
“La planta no ha sido sometida a los procesos necesarios para garantizar su descontaminación. Estamos frente a un sitio que acumula años de deterioro y que sigue representando un riesgo significativo para el ambiente y las comunidades cercanas”, aseguró una representante legal de la organización.
Obstáculos legales y falta de avances
El conflicto legal que rodea a este caso se ha extendido durante más de una década, con mínimos avances en el expediente judicial. Por otro lado, se identificaron complicaciones adicionales como la baja del CUIT de la empresa, lo que dificultaría aún más la contratación de un seguro ambiental en caso de ser requerido.
“Frente a un posible accidente, no habría cobertura que responda por los daños ocasionados. Esto es extremadamente grave, considerando la magnitud de los riesgos ambientales acumulados durante todos estos años”, advirtió la representante.
La ausencia de un seguro, sumada a la falta de un plan efectivo de cierre, refuerza la incertidumbre sobre el futuro del predio y los posibles impactos a largo plazo en el medioambiente. La situación exige medidas urgentes para evitar que el deterioro continúe, afectando aún más a una región ya vulnerable.
Un llamado a la acción
La comunidad espera respuestas concretas y una mayor intervención por parte de las autoridades para garantizar la seguridad ambiental en la zona. La prioridad, según los expertos, debe ser la remediación del sitio y la implementación de controles efectivos que aseguren el cumplimiento de las normativas vigentes.
El caso continúa siendo un ejemplo de las consecuencias que deja la falta de responsabilidad empresarial en materia ambiental, y la necesidad de un mayor compromiso para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.