Desde la Municipalidad de Venado Tuerto rehabilitaron la residencia de adultos mayores ubicada en calle Pellegrini al 138, luego de que fuera clausurada preventivamente al detectarse casos de abuelos con sarna.
Tras recibir el tratamiento correspondiente, pudieron regresar a la residencia. Desde el lugar tuvieron que aplicar distintas medidas sanitarias. La municipalidad les bajó el factor ocupacional de 15 a 10 personas.
Desde la Municipalidad de Venado Tuerto rehabilitaron la residencia de adultos mayores ubicada en calle Pellegrini al 138, luego de que fuera clausurada preventivamente al detectarse casos de abuelos con sarna.
La noticia la confirmó Silvia Rocha, Secretaria de Control Urbano y Convivencia del Gobierno local, quien además aseguró que el factor ocupacional se redujo de 15 a 10 personas.
También los administradores del geriátrico tuvieron que cumplir con una serie de medidas de sanidad, entre ellas, cambiar todos los colchones.
Durante 15 días la totalidad de las personas alojadas “fueron enviadas con sus familiares, quienes tenían que garantizar el tratamiento correspondiente. Luego, que un médico le dé el alta. Por otro lado, el hogar debía cumplir con pautas de desinfección, cambio de colchones, ubicación de lugares”, enumeró Silvia Rocha.
En la medida “que los abuelos iban presentando en la Secretaría de Salud ese certificado de alta extendido por el médico de cabecera, luego lo enviábamos al Tribunal de Faltas, y ahí comenzamos a levantar la clausura y los abuelos podían volver al lugar”, agregó.
La clausura preventiva se registró en la jornada del lunes 12 de junio tras superar una serie de instancias que comenzaron con una denuncia que ingresó en el Ministerio Público de la Acusación sobre abuelos con una enfermedad cutánea contagiosa (sarna).
Desde la municipalidad realizaron una primera inspección en donde marcaron ciertas pautas a seguir, las cuales no fueron cumplidas. En consecuencia, el lugar fue clausurado.
La cura requiere de un tratamiento exhaustivo con una loción, además no ponerse las mismas prendas de vestir, lavar la ropa de cama a temperatura alta. Hay acciones que se tienen que hacer por un tiempo determinado para curar esta enfermedad.
Anteriormente había 15 personas “alojadas. Pero una de las pautas que nosotros marcamos fue bajar el factor ocupacional a 10, ya que algunos abuelos se retiraron del lugar. Sabemos que es todo un problema ubicar camas en sectores que no corresponden. El espacio debe ser adecuado tanto para el adulto mayor que está en el lugar, como para el personal que allí trabaja”, destacó la funcionaria.
A esto se suma que “se chequeó y controló el edificio. También en el lugar estuvieron las trabajadoras sociales. Y, como el resto, seguirá siendo controlado. Siempre tratamos de que estén garantizados los mayores aspectos posibles, y hay cuestiones con las que no negociamos, como la seguridad”, finalizó Silvia Rocha.
Actualmente de las 26 residencias de adultos mayores que prestan servicios en la ciudad 14 tienen habilitación municipal y solo uno la provincial.
El equipo de trabajo que lleva adelante las inspecciones está conformado por la Defensora General, la Secretaría de Control con un trabajador de Inspección General y otro del área de Seguridad Alimentaria. Se suman dos trabajadores sociales de la Secretaria de Salud Municipal y la referente de Auditoría Médica regional de salud provincial. Cuentan con el asesoramiento de la Secretaría de Legal y Técnica de la Municipalidad, el Tribunal de Faltas y el Ministerio Público de la Acusación.