Este sábado al mediodía un nene de 11 años fue baleado cuando iba rumbo a la casa de su abuelo en el barrio San Agustín I.
Un balazo lo hirió en el abdomen y permanece grave. Su mamá, policía, asegura que fue víctima de soldados de un kiosco de drogas.
Este sábado al mediodía un nene de 11 años fue baleado cuando iba rumbo a la casa de su abuelo en el barrio San Agustín I.
En una primera instancia fue trasladado al hospital Mira y López y desde allí lo derivaron al hospital de Niños Orlando Alassia.
A su ingreso le practicaron las curaciones de urgencia pero su cuadro se complicó con el correr de las horas hasta que fue invervenido quirúrgicamente cerca de las 15 del sábado.
Su mamá detalló el diálogo con El Litoral que el pequeño tiene una herida de arma de fuego en el abdomen y que lo pasaron a la sección de Cuidados Especiales "porque no pudieron sacar el proyectil y tienen que estudiar para ver qué daño provocó la bala. Ahora hay que esperar que la bala se mueva porque en el lugar donde está no la pueden sacar".
Rocío Ríos es policía al igual que su marido y junto a su madre cuidan del niño en el hospital. Aseguró que lo que le pasó a su hijo es consecuencia de "la guerra entre los narcos del barrio, son los soldaditos los que actuan".
Entre lágrimas recordó que su hijo le refirió que "le ardía la pancita. Me dijo que a dos cuadras se agarraron a las piñas y que después con cuchillos y despues pasó uno y disparó y ese fue el que le disparó a mi hijo".
Un móvil de la emisora LT10 le consultó sobre si realizó alguna denuncia por la presencia y las consecuencias de un kiosco de drogas en el barrio aseguró que "hay algunos de los jefes que se portaron muy bien conmigo, Rodríguez, Román, Grau, Castillo, Cabañas se pusieron a disposición mía, pero hay jefes de zona con los que es imposible hablar porque ellos son los que van y cobran en ese quiosco".
Las declaraciones de la mujer resuenan si se suman a lo que relató en su momento el sargento Pablo Cejas que asegura ser víctima de acoso por negarse a colaborar con el encubrimiento a los narcos.