Tres mujeres que denunciaron a médicos de una clínica clandestina que funcionaba en barrio Candioti faltaron la semana pasada a la revisión que debía realizarse en los consultorios del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de Santa Fe.
Debían presentarse en tribunales la semana pasada, pero ninguna acudió ante el Consultorio Médico Forense. Se espera que la fiscalía vuelva a convocarlas a la brevedad.
Tres mujeres que denunciaron a médicos de una clínica clandestina que funcionaba en barrio Candioti faltaron la semana pasada a la revisión que debía realizarse en los consultorios del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de Santa Fe.
Previamente habían sido citadas desde la Fiscalía que está a cargo del Dr. Carlos Lacuadra, quien lleva adelante la investigación por el presunto delito de mala praxis médica, y que tiene a tres profesionales de la salud como presuntos responsables.
Por el momento, la causa no tiene imputados, dado que el examen médico forense es una de las medidas de prueba central a la hora de formular una atribución delictiva. De hecho Lacuadra había ordenado las diligencias correspondientes para que sean los galenos del poder judicial quienes constaten si las lesiones que se denuncian se condicen con las prácticas de quirófano aludidas.
Además, se dispuso un análisis de las historias clínicas de cada paciente, en función de las dolencias y efectos secundarios producto de las operaciones, supuestamente realizadas en el centro de estética corporal que funcionaba en la zona sur de barrio Candioti.
Quirófano y clausura
El 12 de agosto efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) allanaron el inmueble de la calle Alberdi 3062, donde desde hace varias décadas funciona un centro dedicado a tratamientos estéticos.
Iban en busca de la historia clínica de una paciente que radicó la denuncia el 9 de julio ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA). La mujer aduce haber sufrido serios problemas de salud, tras dos operaciones programadas que le realizaron en dicho centro el 24 de noviembre de 2018 y por las cuales pagó una suma que ronda los $ 60.000.
El día del allanamiento, los investigadores se encontraron con que no existían archivos, ni listas ni historias clínicas de paciente, ya sea en formato físico, como digital. Entonces decidieron profundizar la inspección del edificio, hasta que descubrieron un quirófano vidriado, con instrumental presuntamente sofisticado.
Como la empresa no contaba con habilitación municipal ni de otro ente de control gubernamental la Secretaría de Control de la municipalidad clausuró las instalaciones.
Además, se halló un depósito donde se guardaba todo el material para los implantes mamarios; y cajas de instrumental nuevo, como bisturíes, jeringas, barbijos, entre otros, lo cual también se encuentra secuestrado.
Bolsas rojas
Al día siguiente, el viernes 13 de agosto, una nueva incursión en el edificio permitió el secuestro de bolsas rojas con lo que se presume eran residuos patológicos, por lo que se le dio intervención a la Brigada de Delitos Ambientales de la AIC, que junto con funcionarios de distintas áreas de control y medio ambiente y una empresa dedicada a la recolección de dichos residuos, realizaron el secuestro del material existente. En esa segunda inspección descubrieron además, una heladera llena de jeringas y frascos con contenido patológico, que se presume podría ser de pacientes.
Si bien legalmente las autoridades se encontraron ante una clínica "clandestina", también es cierto que su dueño contaba con una vieja habilitación para el funcionamiento de consultorios, extendida por el Colegio de Médicos de Santa Fe, la cual se encontraba vencida desde 2017.
Pero más allá de las faltas administrativas y de registro de inspección, existen tres denuncias penales que se encuentran virtualmente paralizadas por la falta de acción de las propias damnificadas.
Es por ello que el fiscal Lacuadra no descarta volver a citar a las tres denunciantes para que concurran en forma espontánea ante el médico forense para corroborar las denuncias. Fuentes del caso indicaron que a una de las denunciantes "nunca le llegó la notificación", en tanto las dos restantes "ni siquiera contestan el teléfono".