Una organización china enviaba cocaína impregnada en ropa
Cuatro personas de esa nacionalidad terminaron detenidas. Enviaba la droga impregnada en ropa a Madrid y Londres.
Una organización china enviaba cocaína impregnada en ropa
Viernes 23.6.2023
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Última actualización 11:22
Los tres paquetes no habían llegado a destino. Y el teléfono de DHL, la empresa de logística internacional, no paraba de sonar. Era la célula argentina de la organización china radicada en Buenos Aires que enviaba cocaína impregnada en ropa a Madrid y Londres.
"No llegaron por cuestiones operativas", era la respuesta de la empresa. Aunque la realidad era otra: la División Investigaciones de Organizaciones Criminales de la Policía de la Ciudad, por encargo del Juzgado Penal Económico 2, los estaba investigando luego de que un escáner de la empresa decretó que los paquetes eran "sospechosos". El último había sido entregado en una sucursal de la avenida Cabildo, a la altura de Palermo.
La investigación, a cargo del Juzgado en lo Penal Económico 2, cuyo titular es el juez Pablo Yadarola, comenzó en diciembre pasado y culminó hace diez días. El saldo fue de seis detenidos: cuatro ciudadanos chinos y dos argentinos, vecinos de la villa Zavaleta.
Enviaban encomiendas con cocaína impregnada en ropa a Europa.
"Según las indagatorias, el líder de la organización se encontraría en China. Seguramente en las próximas horas se le dispondrá un pedido de captura internacional", detalla uno de los investigadores.
Investigación
En los últimos años, las bandas de narcotraficantes se nutren de "servicios" brindados por otros grupos. Ya no existen grandes organizaciones que hagan todos los pasos necesarios para un envío de drogas. En este caso existían, al menos, dos grupos.
Uno estaba compuesto por una pareja de la villa Zavaleta. Se encargaban de obtener datos de documentos de identidad de sus vecinos. Con esa información, llenaban los formularios online de la empresa logística y pagaban el costo del envío vía transferencia. El último paso consistía en la entrega de los paquetes. Los hacían ellos mismos, personalmente. Llegaban en moto.
Parte del material secuentrado
"Cada paquete de ropa pesaba entre siete y ocho kilos. Creemos que mínimamente enviaban tres kilos de cocaína líquida por encomienda", aclara un detective. El vecino argentino, mientras era investigado por la red internacional, cayó detenido por otra causa: fue a retirar un paquete proveniente de Misiones. En una caja descubrieron 20 kilos de marihuana. Desde ese día su mujer continuó con la logística.
"El argentino vendía marihuana al menudeo en la villa, hacía de trapito en los partidos de Boca en La Bombonera y brindaba el servicio a la organización. Pero vivían mal, sin calidad de vida. Nada que ver con los ciudadanos chinos", comprar otra fuente con acceso a la investigación.
Los chinos administraban tres supermercados (dos de Moreno, uno de Floresta) y un bazar en la zona de Once. "La cabeza" del grupo es un veinteañero, vecino del bazar, que sería la mano derecha del líder, actualmente en el país asiático.
Las mujeres serían las encargadas de impregnar la droga en la ropa.
El otro hombre tiene 47 años. Estuvo más de cinco años detenido en cárceles federales argentinas, acusado de participar del secuestro de un compatriota, dueño de un supermercado.
Las mujeres serían las encargadas de impregnar la droga en la ropa. Por lo que se pudo saber, "ese servicio", se cobra por gramo: el costo es de un dólar. Se cree que habrían realizado la tarea en el depósito de uno de los supermercados de Moreno.
En los allanamientos a viviendas de este grupo se secuestraron pistolas, municiones, un fusil, dos autos de alta gama, cerca de 2 millones de pesos, y lo más llamativo: una máquina para cambiar la fecha de vencimiento de productos.
Los cuatro vivían en viviendas linderas a sus comercios. "En ambientes de lujo", según los investigadores que los siguieron durante seis meses.
El negocio, mientras les funcionó, fue rentable. El kilo de cocaína en Buenos Aires ronda los 5 mil dólares. En Madrid, en cambio, supera los 27 mil euros. Y en Londres, hacia donde también partieron encomiendas, ascendería a 40 mil.
Las ganancias eran enviadas a China. Aunque desde que se enteraron de la tercera encomienda que no llegó a destino final, se alejaron de la actividad. Solo hicieron movimientos sospechosos en las horas previas a las detenciones. Sin alcanzar a presentarse en sucursales de la empresa logística.