Dos santafesinos, padre e hijo, fueron condenados por haber abusado de una niña de su entorno familiar en la ciudad de Santa Fe.
La víctima logró exponer los años de sometimiento a su maestra, y fue retirada de la casa en la que convivía con sus agresores.
Dos santafesinos, padre e hijo, fueron condenados por haber abusado de una niña de su entorno familiar en la ciudad de Santa Fe.
Se trata de Emilio Ernesto Rindilzbacher, de 80 años, y Emiliano Exequiel Rindilzbacher, de 31 años, quienes fueron condenados por los jueces Octavio Silva, Rosana Carrara y Leandro Lazzarini al finalizar el juicio oral y público. La decisión del tribunal fue unánime, imponiendo las penas de 12 y 10 años de prisión efectiva a padre e hijo, respectivamente.
Al mayor de ellos lo hallaron culpable del delito de "abuso sexual con acceso carnal calificado por la convivencia y por haber estado encargado de la guarda de la víctima". La condena a su hijo fue por la autoría de "abuso sexual con acceso carnal calificado por la convivencia y por haber sido en contra de una persona menor de 18 años".
Tras conocer el veredicto, las fiscales Luciana Escobar Cello y Jorgelina Moser Ferro indicaron que "si bien valoramos el fallo condenatorio, aguardaremos los fundamentos para analizar lo que motivó la decisión del tribunal, sobre todo en relación al monto de la pena impuesta al más joven de los hombres que fueron juzgados".
Desde el Ministerio Público de la Acusación informaron que "en el debate, participaron como testigos numerosas personas que conocen desde pequeña a la víctima –quien en la actualidad ya es mayor de edad–, y le brindaron contención en diferentes momentos de su vida".
"Durante su infancia, ella vivió con los hombres que la abusaron", afirmó Escobar Cello, y sostuvo que "en su adolescencia, fue institucionalizada como medida de protección excepcional en diferentes hogares".
Ante el tribunal, declararon representantes de distintos estamentos del Estado que intervinieron para resguardar los derechos de la víctima: psicólogas sociales, terapistas ocupacionales, referentes de la Subsecretaría de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia, integrantes de áreas de Género.
La fiscal señaló que "los condenados atentaron contra la integridad sexual de la víctima durante casi siete años en los que ella transitaba su escolaridad primaria", y precisó que "las situaciones violentas tuvieron lugar en la casa en la que convivían".
Asimismo, puntualizó que "de acuerdo con los elementos probatorios recabados, Emiliano Rindilzbacher abusó de la niña en reiteradas oportunidades mientras él era menor de edad", y aclaró que "esos hechos no fueron juzgados en el debate oral". Con todo, remarcó que "una vez que cumplió 18 años, el condenado continuó con los ataques sexuales sistemáticos".
Escobar Cello destacó que "en medio de un contexto doméstico de extrema vulnerabilidad, la víctima logró hablar de sus padecimientos y pedir ayuda en la escuela a la que asistía".
Al respecto, sostuvo que "primero, les contó a sus compañeras de curso lo que los condenados le hacían, y luego se lo comunicó a una maestra".
"De inmediato, la vicedirectora de la institución educativa radicó la denuncia correspondiente, lo cual originó la investigación y permitió apartar a la niña del domicilio en el que era agredida sexualmente", resaltó.