Roncaglia: "El jefe siempre sabe, y si no sabe es un estúpido o un vivo"
El máximo titular de la PFA en épocas del macrismo, Néstor Roncaglia, declaró en el juicio a los uniformados acusados de complicidad con el narcotráfico local. Este miércoles comenzaron los alegatos finales.
Roncaglia: "El jefe siempre sabe, y si no sabe es un estúpido o un vivo"
El ex jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), el comisario general (R) Néstor Roncaglia, declaró como testigo en el juicio que se sigue en Santa Fe, contra el ex jefe de la delegación local de la fuerza nacional, el comisario Marcelo "Lechuga" Lepwalts, cinco subalternos y un civil, todos ellos acusados por actos de corrupción ligados al narcotráfico local.
El policía y abogado de 60 años, que se mantuvo al frente de la tropa durante el gobierno de Mauricio Macri y bajo el ala de la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se presentó en forma virtual ante el Tribunal Oral Federal (TOF) el jueves pasado.
De una lista de más de 60 personas, Roncaglia fue uno de los últimos en comparecer en el debate, previo a los alegatos finales, que comenzaron este miércoles con la exposición del fiscal general Martín Suárez Faisal.
Simpático pero sin altura
Para el ex titular de la fuerza federal, Lepwalts era "una persona simpática" de la que "tenía buen concepto" y "muy buena relación personal", más allá de que aclaró que dicho vínculo no implicaba "compartir momentos". Y con los acontecimientos de por medio, reconoció que "le faltaba un poco de altura".
En definitiva, le dijo a los jueces Luciano Lauría, María Ivón Vella y José María Escobar Cello, que "no hubo ninguna animosidad contra él" (por Lepwalts) al momento de hacer la denuncia aquel caluroso verano de 2019, cuando le llegaron directamente a Buenos Aires y en sobre cerrado los CD's con las imágenes que daban cuenta de un trato demasiado afable entre los integrantes de la brigada de calle de la PFA de Santa Fe y un grupo de narcos de barrio Nuevo Horizonte, que en ese momento estaban en el radar de la Justicia Federal.
El comisario especializado en delitos complejos y quien pasara con éxito por la dirección de Narcocriminalidad de la PFA previo a su último ascenso, explicó que "el jefe de la delegación tiene mucha responsabilidad" dado que "está representado al Jefe de policía" en la zona en que es asignado, "por eso es delegado", como la palabra lo indica.
"Indignación personal"
Roncaglia fue contundente cuando dijo que "no puede pasar nada sin que el jefe no sepa", por lo cual al enterarse de lo que sucedía en Santa Fe, sintió "indignación personal".
"El responsable es el jefe", reiteró, "siempre sabe lo que está pasando. Yo como investigador viejo, sé que el jefe siempre sabe. Y si no sabe es un estúpido o un vivo que se aprovecha de lo que está pasando", enfatizó.
Roncaglia, con más de tres décadas de servicio, estuvo al frente de la fuerza entre marzo de 2016 y diciembre de 2019, cuando pasó a retiro con la salida del presidente Macri. En el marco de sus funciones, viajó en febrero de 2019 a Santa Fe para entrevistarse con el fiscal Federal Nº 1, Gustavo Onel, y de esa forma se inició la investigación que derivó en los allanamientos del 9 de mayo, cuando fue intervenida la delegación local. En esa última fecha el titular de la PFA volvió a la ciudad para supervisar la labor de Asuntos Internos y para dar públicas declaraciones de los acontecimientos.
Los acusados
En el banquillo de los acusados se encuentran el excomisario Marcelo Octavio Lepwalts (52), los cinco subalternos que formaban parte de la Brigada operativa que estaba a su cargo: Carlos Fernando Gómez Navarro (32); Michael Juan Arbildo (26); Cristian Pablo Bogetti (42), Darío Alberto Duarte (46) y Lucas Leonel Bustos (36); y el civil Guillermo Alberto Kernc (43).
Entre los cargos más salientes, se encuentran los relativos a la detención de Kernc en un control de rutina y los posteriores contactos con el narco para brindarle protección policial para poder continuar con la actividad ilegal. Ademas, surge de la investigación que el día de los allanamientos del 9 de mayo de 2019, la policía secuestró marihuana y cocaína en el baño de la Brigada para la que trabajaban los acusados. Según se cree, esa droga era utilizada para "embagallar" a los acusados en los allanamientos, según surge de las escuchas telefónicas.