Calderón, obelisco y muralla de una defensa que no falló
El marcador central se convirtió en la figura de Unión y posiblemente del partido. El mejor momento de Unión fue en el arranque del segundo tiempo y se destacó Roldán, pero sin llegadas.
Calderón, obelisco y muralla de una defensa que no falló
El mejor momento de Unión fue en el arranque del segundo tiempo, pero no tuvo situaciones de peligro como sí las tuvo en el primer tiempo, que no fue favorable desde el punto de vista del trámite. Calderón (7) fue el mejor, salvando una pelota sobre la línea en el primer tiempo (remate de Batallini) y ganando todas en el juego aéreo, cuando Unión se convirtió en un vallado defensivo insalvable para Colón, que tiró muchos centros y no pudo ganar nunca en el juego aéreo ofensivo.
En la misma sintonía estuvieron los otros dos centrales. Paz (6) jugó con mucha solvencia, cerró bien a espaldas de sus compañeros y mostró una gran concentración; Corvalán (6) jugó con mucho aplomo y seguridad, algo que lo viene distinguiendo y no es sólo por este partido.
Campisi (5) no tuvo muchas intervenciones. En el primer tiempo sacó un remate hacia un costado (en esa resolvió bien) y le costó mucho otro disparo de larga distancia en la que dio rebote y le dejó la pelota a su merced a Wanchope Abila, que no resolvió bien. En el segundo tiempo, la pelota no llegó al arco y apenas debió intervenir en el final, con un centro frontal que contuvo con mucha seguridad.
Vera (5) tuvo un duelo particular con Batallini y tuvo que cuidarse, por lo que reguló sus escaladas al ataque. En el primer tiempo, fue interesante el trabajo de Emanuel Más; en el complemento, jugó contenido hasta que salió sobre el final del encuentro para dar lugar al ingreso de Gerometta, que jugó pocos minutos. Y Zenón (6), se proyectó constantemente por la izquierda en el primer tiempo, tratando de asociarse con Luna Diale; pero reguló en el segundo y se dedicó a clausurar su sector, sobre todo a partir del ingreso de Eric Meza.
En la mitad de la cancha, aceptable partido de Mosqueira (6), que fue ordenado y aportó recuperación en un sector en el que, se sabía, Colón iba a tener supremacía. Se complicó un poco al principio, pero luego fue levantando su rendimiento en el segundo tiempo. Roldán (6) levantó mucho en el inicio del segundo tiempo y eso coincidió con el mejor momento de Unión. El derroche físico y de energías que hizo en ese pasaje, le pasó factura. Estuvo tres partidos afuera y sin poder entrenar con normalidad. Aparecieron los calambres y debió salir, dejando su lugar a Tanda (5), que se paró de volante central, tratando de tapar a un Botta que fue perdiendo gravitación. Luna Diale (6), en tanto, fue el que intentó darle claridad y fue muy solidario en el trabajo defensivo, porque colaboró mucho con la marca, en un sector de la cancha en el que Colón juntó mucha gente.
Arriba, Domina (5) fue al choque constante con dos centrales fuertes y, en el caso de Goltz, con mucha experiencia. Se corrió todo, no tuvo situaciones claras pero la entrega fue absoluta. Y Morales (5), fue el que estuvo más cerca del gol. Ignacio Chicco le tapó un mano a mano y le sacó un cabezazo, en las dos jugadas más claras que tuvo Unión en todo el partido.
Orsini (5) jugó cerca de media hora pero le tocó ingresar cuando ya había pasado ese pasaje futbolístico favorable del arranque del segundo tiempo. Le quedó muy lejos el arco y tuvo que debatirse con dos centrales de solvencia como Goltz y Garcés. No gravitó.