Lunes 25.1.2021
/Última actualización 22:55
En los últimos días, tras el escándalo suscitado por la embarcación que casi se hunde en la Isla Bonita (ubicada entre Paraná y Villa Urquiza), las medidas preventivas de la Prefectura Paraná aumentaron considerablemente, tanto en los controles previo a la salida al río como en aquellas embarcaciones que navegan en zonas cercanas a la capital entrerriana. Lo mismo ocurre en Santa Fe, donde los prefectos están apostados sobre las marinas de las guarderías de lanchas para controlar el tráfico naval y, además, las embarcaciones de la Prefectura patrullan el río.
Sin embargo, todo ello parece ser insuficiente porque el pasado fin de semana se reiteraron las reuniones sociales masivas en diferentes islas y bancos de arena del río Paraná en toda la zona comprendida entre ambas capitales provinciales.
La gran cantidad de lanchas y otros tipos de embarcaciones motorizadas que navegan el río Santa Fe y el Paraná durante los fines de semana hacen que la Prefectura trabaje a destajo para tratar de controlar el respeto de las normas. Pese a los operativos, algunas lanchas acceden al río fuera de los controles y muchas veces viajan hacia las islas cargadas de personas, sin respetar el distanciamiento ni la capacidad de las embarcaciones. Esto se puede observar a simple vista desde la Costanera o la zona del Puerto, por donde atraviesan en sus viajes dichas naves.
El sábado pasado, por ejemplo, hubo un gran tráfico naval y un guardacostas de Prefectura apostado en el Canal de Derivación Norte -entre el Puerto y el Puente Colgante- realizó los controles a cada embarcación. Sin embargo, cuando una lancha era detenida para su inspección, otras tres o cuatro continuaban viaje rumbo a las islas por el costado. El Litoral intentó obtener mayores detalles respecto de los operativos, pero por estas horas se están llevando adelante cambios en las autoridades de Prefectura.
Gentileza Semi hundido. Este yate fue rescatado días atrás en Isla Bonita, sobre el río Paraná, luego de que cargara agua por la sobreocupación de tripulantes que viajaban rumbo a la isla.Semi hundido. Este yate fue rescatado días atrás en Isla Bonita, sobre el río Paraná, luego de que cargara agua por la sobreocupación de tripulantes que viajaban rumbo a la isla.Foto: Gentileza
En el Club Náutico Paraná, institución de la que zarpan la mayoría de barcos y lanchas de la vecina ciudad, se ubicó un puesto fijo en la salida de la caleta con personal de Prefectura. Allí se corrobora que cada conductor náutico salga a navegar bajo todas las medidas de seguridad y con la capacidad adecuada a cada embarcación.
La Prefectura Paraná, para realizar los controles y garantizar una circulación segura por los canales, tiene a disposición un gomón semirrígido; botes de aluminio; guardacostas y motos de agua. Durante su procedimiento se les pide a los conductores que cuenten con carnet habilitante; matafuegos; bengalas; botiquín de primeros auxilios; y chalecos salvavidas.
También se controla que la capacidad de tripulantes no exceda el total permitido por cada embarcación. Respecto al límite de personas a bordo, el pasado viernes 22 de enero, quedó derogado el artículo 3 del decreto 1130/20 de la Municipalidad de Paraná, que se refería a la restricción del 50% de la capacidad máxima, medida que había entrado en vigencia por protocolo de Covid-19, es decir que ahora la capacidad de navegantes puede ser de hasta el 100%.
A raíz de estos rigurosos controles, en el río Paraná frente a la costa de la ciudad homónima, se observa un menor tránsito de embarcaciones particulares. Lo mismo sucede río arriba en la Isla Bonita, donde cada fin de semana se producían fiestas clandestinas, ahora la cantidad de personas que arriban es mucho menor.
Más allá de la menor presencia, sobre todo de lanchas y motos de agua que no cumplen las medidas de seguridad y que prefieren no salir a navegar ante alguna falta de documentación y que sea verificada por Prefectura, los paranaenses que eligen el río para disfrutar aprovechan las extensas playas que deja la bajante.
Los lugares predilectos son las isla Curupí y la isla Puente, sobre todo la Puente que es más extensa y tiene más arena. En esta isla hay un sector que pertenece al Paraná Rowing Club (PRC), que fue acondicionado con boyado, guardavidas y baños químicos, y cuenta con un servicio de traslado en lancha desde la playa del PRC y del Balneario Municipal. También en el extremo este de la isla se formó un amplio banco de arena, el cual es el elegido por quienes navegan en kitesurf, ya que presenta las condiciones óptimas para la práctica del deporte.
En estos lugares de mayor concentración de personas, la Prefectura circula de forma frecuente con un alto parlante y emite las recomendaciones de mantener las distancias y medidas de higiene y seguridad.
Luego del incidente del yate que casi se hunde por superar ampliamente la capacidad, la Prefectura Paraná decidió cambiar su principal autoridad. En un breve comunicado informaron que "asumió la nueva autoridad de la Prefectura Paraná, el Prefecto Principal Dn. Julio Ignacio Santana". De esta manera, dejó sus funciones, como prefecto principal, Eduardo Esquivel.
En tanto que también se dispuso un cambio en la Prefectura Santa Fe. El prefecto principal Claudio Hidalgo -viene de Ramallo- asumirá al frente este martes en reemplazo del prefecto principal Andrés Cardozo, según pudo saber El Litoral. Además, hay cambios en distintas dependencia de Prefectura en varios puertos del Paraná.
Demoraron a participantes de fiesta clandestina
En Rosario una 16 personas fueron demoradas acusadas de violar las normativas sanitarias a raíz de la pandemia de coronavirus, tras participar de una fiesta clandestina a bordo de un yate de lujo en una isla santafesina que fue desarticulada por la Prefectura Naval y la Fiscalía de Rosario.
Durante el procedimiento 11 mujeres y cinco hombres fueron demorados, mientras que seis embarcaciones resultaron secuestradas, entre ellas un yate de lujo, en el marco de la fiesta clandestina de la que participaban cerca de 50 personas.
Voceros del Ministerio Público de la Acusación precisaron que el operativo se llevó a cabo el sábado, pasadas las 21, en inmediaciones del Parador Puerto Pirata, ubicado en jurisdicción santafesina, a la altura de la localidad de Granadero Baigorria.
Personal de Prefectura Naval acudió al lugar luego de verificar que las fiestas clandestinas se promocionaban a través de redes sociales.
A los demorados se les formó luego una causa "por infracción a los Artículos 202, 205 y 239 del Código Penal, propagación de una enfermedad peligrosa o contagiosa para las personas". También, "por violar medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia, y desobediencia a funcionario público".