La caída en la producción nacional de arroz y el cierre de exportaciones del cereal desde la India -el mayor proveedor global- a mediados de año, produjo un salto en los precios internacionales y aceleró la exportación del producto desde los mercados sudamericanos (Argentina, Uruguay y Brasil) que no son abastecedores habituales de escala pero que abrieron una ventana de oportunidad con la situación internacional. Eso está impactando por estas horas en las góndolas del país, donde el producto empieza a escasear o su comercialización se limita por clientes.