Jueves 24.8.2023
/Última actualización 22:37
A Stephen King se le suele reconocer el mérito de ser uno de los grandes escritores de terror de las últimas cuatro décadas. Lo es, pero verlo de ese modo sería reduccionista. Tal como Edgar Allan Poe y H.P. Lovecraft lo hicieron mucho antes que él, King utilizó las herramientas de ese género (y de otros, ocasionalmente pero con igual maestría en la creación de atmósferas y personajes) para tratar de interpretar desde la palabra los claroscuros del alma humana.
Paramount PicturesDe la mente del escritor surgieron algunas novelas que se vincularon con tanto éxito con el público que su paso al cine fue casi natural. Sus tramas y personajes fueron la materia prima para filmes que hoy se consideran clásicos: “Carrie” (1976), “El resplandor” (1980), “La zona muerta” (1983) “Cuenta conmigo” (1986), “Misery” (1990) y “Sueño de libertad” (1994) se originaron en obras de su autoría.
Hay una adaptación de King al cine que está considerada “menor” en comparación con las que realizaron Stanley Kubrick o Brian De Palma, pero que sin embargo para el autor de estas líneas es la más lograda en cuanto a su capacidad de provocar terror: “Cementerio de Animales” (1989), que se podrá ver en el ciclo Viernes de Terror que impulsa Cine América, el día 25 de agosto a las 23.59 en la sala de 25 de Mayo 3075.
En la novela, King retoma una idea que había desplegado el escritor inglés W.W. Jacobs en un cuento muy popular de comienzos del siglo XX: el deseo de vencer a la muerte. A través de un joven médico que, producto de una tragedia personal, entra en contacto con un antiguo ritual indio, King desarrolla la pérdida, el duelo y la obsesión con la posibilidad de manipular los ciclos naturales. Algo que, dicho sea de paso, está presente en la inaugural “Frankenstein”.
Paramount PicturesLo interesante de la película “Cementerio de Animales” es que respeta la historia original y nunca se pierde en la maraña de golpes bajos y efectos visuales utilizados para asustar. Por el contrario, la directora Mary Lambert pone foco en la psicología de los personajes y analiza sus reacciones ante situaciones que, más allá del horror que generan, son complicadas desde el punto de vista moral.
¿Cuál es el límite entre la vida y la muerte? ¿Hasta dónde puede accionar el ser humano? ¿Cuál es el camino ante el dolor, la enfermedad y la muerte? Las preguntas aparecen y las respuestas no son sencillas, porque ponen de relieve las debilidades de la condición humana frente a un dilema central como es la inefabilidad de la muerte.
Paramount PicturesComo señaló en su momento Noel Murray, “esta adaptación conserva la fuerza de su concepto principal: viajar a ese lugar desconocido en que los deseos más desesperados se hacen terriblemente reales”. Ese es, tal vez, el mayor logro de este film, ya que el espectador empatiza con el personaje del doctor Louis Creed (encarnado por Dale Midkiff) en su descenso a los infiernos. Que, como decía Oscar Wilde, todos llevamos dentro junto con el cielo.