La NASA reúne desde este lunes a 16 investigadores con un objetivo insólito: formar un equipo independiente que estudie la naturaleza real de los ovnis, lo que la agencia llama “fenómenos aéreos no identificados”.
Habrá 16 expertos independientes y el estudio sobre fenómenos aéreos no identificados durará 9 meses. A mediados de 2023 se publicarán los hallazgos.
La NASA reúne desde este lunes a 16 investigadores con un objetivo insólito: formar un equipo independiente que estudie la naturaleza real de los ovnis, lo que la agencia llama “fenómenos aéreos no identificados”.
El estudio se centrará únicamente en datos no clasificados y a mediados de 2023 se publicará un informe con los hallazgos.
Según lo comunicado oficialmente por la agencia espacial, las observaciones de eventos en el cielo que no pueden identificarse como aeronaves o fenómenos naturales conocidos se clasifican como UAP (Unidentified Aerial Phenomena).
Según indicaron, este trabajo “sentará las bases para futuros estudios sobre la naturaleza de los UAP para la NASA y otras organizaciones”. El equipo identificará cómo se pueden analizar los datos recopilados por entidades gubernamentales civiles, datos comerciales y datos de otras fuentes para arrojar luz sobre las UAP.
Se trata de eventos en el cielo que no pueden identificarse ni como aeronaves ni como fenómenos naturales y cuyo origen es un misterio. En el grupo participan científicos de primer nivel, profesionales de datos e inteligencia artificial, expertos en seguridad aeroespacial y un ex astronauta, Scott Kelly.
Aunque los ovnis son para muchos un divertimento de la cultura popular, la NASA se los toma muy en serio. A su juicio, estos fenómenos son importantes para la seguridad nacional y la aérea. El enfoque del estudio es informar a la NASA qué datos posibles podrían recopilarse en el futuro para discernir científicamente la naturaleza de estos objetos.
Los investigadores identificarán qué datos pueden potencialmente analizarse para arrojar luz sobre fenómenos aéreos no identificados. Luego recomendarán una hoja de ruta para futuros casos. Está previsto que el estudio dure nueve meses. Posteriormente, la información se compartirá en un informe independiente y sin clasificar.
Daniel Evans, administrador asociado adjunto de investigación en la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, explicó que “la NASA ha reunido a algunos de los principales científicos del mundo, profesionales de datos e inteligencia artificial, expertos en seguridad aeroespacial, todos con un encargo específico, que es decirnos cómo aplicar el enfoque completo de la ciencia y los datos a UAP”.
Evans, también funcionario de la NASA responsable de organizar el estudio, manifestó que “sin acceso a un extenso conjunto de datos, es casi imposible verificar o explicar cualquier observación, por lo que el enfoque del estudio es informar a la NASA qué datos posibles podrían recopilarse en el futuro para discernir científicamente la naturaleza de UAP”.
Tras las repercusiones sobre el anuncio de este estudio, la reconocida agencia especial estadounidense confirmó que no hay evidencia actual de que los UAP sean de origen extraterrestre, o cualquier indicación de vida extraterrestre. No obstante, se sentenció que “el número limitado de observaciones dificulta sacar conclusiones científicas”.
En ese sentido, Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia en la sede de la NASA en Washington, dijo que “la NASA cree que las herramientas del descubrimiento científico son poderosas y se aplican aquí también”.
Y agregó que “tenemos acceso a una amplia gama de observaciones de la Tierra desde el espacio, y ese es el elemento vital de la investigación científica. Tenemos las herramientas y el equipo que pueden ayudarnos a mejorar nuestra comprensión de lo desconocido. Esa es la definición misma de lo que es la ciencia. Eso es lo que hacemos”.