Miércoles 20.6.2018
/Última actualización 20:48
El ex baterista de la banda Callejeros Eduardo Vásquez, condenado por la tragedia de Cromañón y por el crimen de su esposa Wanda Taddei, se casó en el penal de Ezeiza con otra detenida que cumple condena en el mismo complejo, informaron fuentes penitenciarias y el propio imputado a través de redes sociales.
Fuentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) confirmaron que el casamiento se realizó este martes en la capilla de complejo, que luego de la boda hubo un pequeño ágape y después la pareja tuvo permiso para una “visita íntima conyugal” de dos horas.
Los voceros identificaron a la nueva esposa de Vásquez como Albana María Luján Maglio (35), quien está cumpliendo una condena “por un delito contra las personas” en el Complejo Penitenciario Federal 4 de mujeres.
En una carta titulada “Después de casi ocho años” y que fue difundida por redes sociales, Vásquez (42) contó que dentro del penal de Ezeiza, donde él cumple sus condenas, se reencontró con “Albana”, a quien denomina su “compañera en la actualidad” y a quien conocía “del barrio” cuando eran adolescentes.
“Hoy la vida nos encuentra a ambos presos por errores cometidos en el pasado, pero esto no nos limitó para amarnos, elegirnos de nuevo; hoy para construir un proyecto de vida y de familia juntos. Hoy confiamos, creemos y lo concretamos ante el sagrado acto que significa el matrimonio”, escribió Vásquez en la carta donde agradece el apoyo que recibió del papa Francisco y menciona la felicidad que le dio la llegada de su hija “Valentina”.
“Podrán decir que no merezco nada, y un sinfín de calificativos. Pero la vida sola me brindó una oportunidad más”, agrega.
El baterista se refirió a los dos hechos que los tienen condenado a prisión perpetua por el homicidio de Taddei, ocurrido en 2010, y a seis años de prisión por el incendio de Cromañón en 2004 donde en un recital de Callejeros murieron 194 personas.
“Los mayores arrepentimientos en la vida y con los que cargaré el resto de mis días, son dos instantes. Instantes que son y fueron infinitos, que jamás terminarán”, dice.
“El primero es la noche del 30 de diciembre de 2004, cuando se comenzó a incendiar la media sombra que cubría el techo de Cromañón y perdí amigos, compañeros, fans y a mi amada madre. Y el segundo claramente fue el incidente con quien fue mi esposa, Wanda Taddei”, señala.
Sobre la muerte de su esposa, afirmó: “Creo que jamás lograré entender el motivo por el que me vi enredado en este incidente trágico que le costó la vida a la mujer con la que compartía mi vida”.
En otro tramo de la carta, menciona un “Eduardo Vásquez que se transformó, recuperó las esperanzas y por sobre todo las ansias de vivir que había perdido”.
También revela que este año está por obtener “dos títulos universitarios: el de sociólogo y de trabajador social” y que en el penal está “a cargo del taller musical del complejo”.
“Hoy digo gracias a la vida; a Dios; a Francisco; a mis compañeros; también a aquellos que me juzgan y critican. Y sin dudas a vos Albana, gracias por tu amor, Porque encontré en vos la vida, la esperanza y un nuevo horizonte de paz y felicidad”, añade el texto.
Por último, le habla a la “querida sociedad” al mencionar que desconoce “cuál será el mensaje que quisieran escuchar desde un penal”, pero afirma que “es un mensaje de amor y de vida”
“Sepan que aquí, las personas cambiamos, nos transformamos, nos profesionalizamos, y sobre todo aprovechamos como nunca lo hicimos, la nueva oportunidad que nos brinda la vida; que nos brinda Dios. Para así afrontar la continuidad de todo lo que va a venir”, dice el último párrafo.
El padre de Wanda, Jorge Taddei, aseguró este miércoles a Télam que le desea “suerte” a la nueva esposa de su ex yerno, que “Vásquez es un violento que no tiene retorno” y que lo único que espera es que pase “35 años en prisión”.
El homicidio de Taddei (29) fue a las 3 de la madrugada del 10 de febrero de 2010 en la casa de Pizarro 7083, del barrio porteño de Mataderos, donde el matrimonio discutió, Vásquez arrojó alcohol sobre el cuerpo de su esposa y la prendió fuego con un encendedor.
Wanda agonizó durante 11 días y el 21 de febrero murió en el Hospital de Quemados porteño.
A partir de este caso, se sucedieron decenas de hechos similares en todo el país en los que hombres quemaron a sus mujeres y les provocaron la muerte o graves heridas.
Otros femicidas como Vásquez también volvieron a casarse o tener pareja en prisión como sucedió con el odontólogo Ricardo Barreda, quien en 1992 asesinó a su esposa, sus dos hijas y su suegra en La Plata; o como Fabián Tablado, quien en 1996 mató de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló en Tigre.