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El juez federal Ariel Lijo ordenó hoy ‘medidas urgentes para el aseguramiento de la prueba‘ sobre la que se basó Alberto Nisman para denunciar a la presidenta Cristina Fernández, mientras que la Procuración nombró un subrogante momentáneo al frente de la Unidad AMIA que había sido propuesto por el fiscal fallecido.
La Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, designó al fiscal Alberto Adrián Gentilli, quien había sido propuesto por el propio Nisman como reemplazante durante la feria judicial de enero ‘para garantizar el normal funcionamiento de la dependencia‘. Gentilli se desempeña como fiscal general ante los Tribunales Orales en lo Criminal del partido bonaerense de San Martín -el fuero en el que hizo su carrera Nisman- y estará como subrogante de la causa AMIA hasta el 31 de enero.
‘Dadas las circunstancias que son de público conocimiento, resulta necesario tener por designado un magistrado para ejercer funciones a cargo de la Unidad Fiscal‘ AMIA, sostuvo la nota de la Procuración al hacer pública la noticia. Trascendió que Gils Carbó se comunicó esta mañana con los secretarios de la fiscalía especial para ofrecerles protección y custodia, además de garantizarles la continuidad de sus funciones.
Mientras tanto, el juez Lijo ordenó preservar la prueba que llevó al fiscal Nisman a formalizar su denuncia contra la jefa del Estado y envió en procura de ese objetivo a uno de sus secretarios a la sede de la Unidad Especial AMIA -frente la Plaza de Mayo-.
Las medidas están relacionadas con la preservación de las escuchas telefónicas sobra las que Nisman fundamentó su acusación contra la Jefa del Estado, otros funcionarios y dirigentes políticos cercanos al Gobierno. Se trata de unos 300 cds con información que Nisman había prometido llevar al Congreso.
Lijo se reincorporó hoy a sus funciones, en plena feria judicial, después de que en las dos primeras semanas de enero su juzgado fuera subrogado por la jueza federal María Servini de Cubría, quien rechazó habilitar la actividad durante el receso veraniego en la Justicia para tratar la denuncia de Nisman. En ese contexto, Lijo ‘dispuso una diligencia en el día de la fecha en la sede de la Unidad Fiscal de Investigaciones del atentado a la AMIA, para incautar y asegurar todos los discos compactos, donde están grabadas las intervenciones telefónicas, y toda la documentación detallada en la denuncia‘, explicó el Poder Judicial en su página de internet.
Además, Lijo le pidió a su colega Rodolfo Canicoba Corral -quien la semana pasada descalificó la presentación de Nisman e incluso deslizó que pudo haberse extralimitado en sus funciones- que le enviara ‘todos los antecedentes y documentación‘ relacionados con las intervenciones telefónicas que cimentaron la denuncia de Nisman.
Con esta decisión, Lijo se metió de lleno en la causa luego de que el propio Canicoba Corral había dicho que Nisman debió haber enviado a sorteo su acusación para que recayera en uno de los doce jueces federales. Sin embargo, Nisman entendió que formaba parte de otro de los hechos de encubrimiento en la megacausa AMIA, por la que ya fueron procesados y enviados a juicio oral el ex juez Juan José Galeano y el ex presidente Carlos Menem.