Carla Figueroa, la mujer que fue violada y asesinada en La Pampa, había denunciado en un programa de televisión las amenazas que recibía de su marido, Tomás Tomaselli, hoy convertido en el principal sospechoso del crimen.
"Había vuelto con él porque me había amenazado con que se iba a matar", confesó ante las cámaras de televisión la joven al relatar detalladamente el calvario que vivía en compañía de Tomaselli.
Según describió, mientras las amenazas se reproducían, Tomaselli le exigía que lo perdonara y la obligaba a tener relaciones sexuales con él.
"Tenía un cuchillo. Me dijo que no le importaba nada. Que le hiciera caso y me pidió que me sacara la ropa. Hizo lo que tenía que hacer. Yo me vestí y me paré. El vino, me empujó y me tiró. Me decía que no me iba a ir de ahí Que él me iba a matar", contó Carla durante la entrevista al programa "En boca de todos", con el rostro y el cuerpo ocultos.
Después de ese episodio, la mujer lo convenció de regresar a la casa de su madre y darse un baño para tranquilizarse. Tras la insistencia de la joven, el hombre aceptó. Ya en la casa de su suegra, Carla le contó todo lo que había ocurrido y escapó a la casa de su hermana.
Al momento de la entrevista, Tomaselli se encontraba detenido con prisión preventiva con motivo de la denuncia. Más tarde, el crimen cambió el curso de la historia entre ambos. Así lo piensa Gustavo Adolfo Jensen, uno de los jueces del Tribunal de Impugnación Penal pampeano que liberó a Tomaselli.
Jensen votó en favor del avenimiento. Y justificó su decisión al argumentar que "nunca se planteó si estaba en riesgo la vida de la mujer". En una entrevista con Clarín ratificó que la situación de Carla no se trató con perspectivas de género y que sólo se evaluó si la mujer tenía disernimiento para casarse.
Tras el asesinato, esta mañana la Justicia dictó la prisión preventiva de Tomaselli, acusado de homicidio calificado de su esposa.