Jueves 29.7.2021
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Vestigios de la historia argentina y santafesina se erigen en la esquina noreste de 9 de Julio y General López. Allí se ubica la Casa del Brigadier Estanislao López que fue construida sobre muros de adobe en 1812 por el protomédico Manuel Rodríguez, y habitada por el Brigadier entre los años 1819 y 1838.
El Litoral visitó el inmueble y preparó un recorrido especial, mirá el informe.
En 1942 la casona es declarada Monumento Histórico Nacional. Desde 1946 y hasta 2017 fue sede del Archivo Histórico de la provincia de Santa Fe. En marzo del 2019, el gobierno provincial decide ponerla en valor y hoy, con su refacción concluida, El Litoral la recorrió junto a los protagonistas de su restauración.
"Es una casa que tiene un doble valor para el patrimonio santafesino y nacional", destacó el arquitecto Luis María Calvo. "Por un lado está vinculada a una figura histórica provincial como lo es el Brigadier Estanislao López, que aquí vivió y murió, y por el otro lado esta casa representa un momento de la historia y de la cultura arquitectónica, que es la que comienza inmediatamente después de la Revolución de Mayo, que significó cambios en los modos de vida y esta casa los refleja".
Los desafíos de la restauración
Fernando Nicola Para la reconstrucción se llevó adelante un trabajo exhaustivo de las técnicas de construcción en tierra de la edificación original.Para la reconstrucción se llevó adelante un trabajo exhaustivo de las técnicas de construcción en tierra de la edificación original. Foto: Fernando Nicola
Jorge Serrao, jefe de Obra de la empresa constructora Coemyc S.A. contó los desafíos que afrontaron durante el proceso de restauración: "Cuando entramos a la obra nos encontramos con un panorama bastante complicado por el derrumbe parcial que ocurrió en 2017, donde una parte había colapsado y había sido apuntalada. Esa fue la parte más complicada de la obra porque había que reforzar la estructura, con el fin de que conserve su estado original y a la vez que sea segura", comentó
"Desarmar ladrillo por ladrillo hasta encontrar la parte sólida, después hacer los refuerzos dentro de las técnicas originales que se usaron para la construcción y a la vez darle el toque moderno para su seguridad. La pared que sufrió con el colapso se rehízo con materiales originales en un 90 %, ya que cuando se derrumbó la gente que trabajó en su momento acopió todo el material de adobe y fueron los mismos que utilizamos para su reconstrucción".
Para la reconstrucción se contrataron artesanos que se encargaron del moldeado de los ornatos exteriores, entre otras tareas. "Hubo que tomar muestras y hacer copias de todos los detalles. Prácticamente en los adornos de la fachada se hizo todo nuevo", sostuvo Serrao.
Fernando Nicola Para la reconstrucción se contrataron artesanos que se encargaron del moldeado de los ornatos exteriores, entre otras tareas.Para la reconstrucción se contrataron artesanos que se encargaron del moldeado de los ornatos exteriores, entre otras tareas. Foto: Fernando Nicola
El ingeniero Ariel González fue uno de los encargados del peritaje tras el siniestro del 2017 en representación de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). "Hicimos el peritaje para que el Estado lleve adelante la licitación para la obra de restauración. Luego, con la obra en marcha, la Universidad intervino con el asesoramiento en cuestiones de seguridad estructural y con la obra en tierra", recordó el ingeniero.
Otro de los ingenieros de la UTN que participó en este asesoramiento fue Santiago Cabrera, quien señaló que en la casa hay tres técnicas de construcción con base de tierra: "Muros de adobe, de tapia y revoques. Vimos el estado de conservación que tenía y tomamos muestras para ver las características que tenía la tierra utilizada originalmente y luego compararlas en el laboratorio con la tierra que se consiguió en la región. Pudimos determinar que efectivamente se podía utilizar la tierra con la que disponía la empresa, estabilizándola con fibra vegetal y con arena", detalló Cabrera.
La refacción de la casa del Brigadier en fotos
Indagar en la historia de un monumento histórico como lo es la Casa del Brigadier, es una de las etapas centrales para una restauración. El arqueólogo Gabriel Cocco hizo referencia a este aspecto: "Teníamos información gracias a trabajos realizados por Luis María Calvo y Adriana Collado sobre la historia. Aquí habían estado los mercedarios y cuando se muda la nueva ciudad de Santa Fe, las seis iglesias se ubican en el mismo lugar con respecto a la plaza a como estaban en la Santa Fe vieja. También sabíamos que había indígenas y africanos esclavizados que vivían en el solar de los mercedarios".
Respecto al trabajo arqueológico que se realizó en el inmueble, Cocco contó que "donde había que levantar los pisos de la casa excavamos y dimos con lugares que eran basureros o áreas de descarte, que corresponde a la época de los mercedarios, que va desde 1792 cuando los mercedarios abandonan este solar y se instalan donde estaban los jesuitas. Esto quedó como un terreno baldío y hay registros de vecinos que se quejan de la basura, el olor y usurpaciones temporarias; y con el registro arqueológico pudimos ver esos períodos de ocupación sucesivos hasta que se hizo la casa".
Entre los elementos hallados, el arqueólogo valoró que se encontraron cerámicas indígenas; loza inglesa; y mucha cantidad de restos óseos de animales, desde pescados hasta mamíferos grandes como una vaca. "Con estos hallazgos podremos hacer un análisis de las prácticas de consumo de las diferentes épocas", indicó Cocco.
En 1810, cuando pasó Manuel Belgrano por Santa Fe mientras organizaba su campaña para el Paraguay, las personas del vecindario pidieron al prócer que subaste el terreno que estaba en ruinas. "Belgrano autoriza la subasta, se le comunica a la Junta de Gobierno. Dos años después en 1812 se realiza el remate en varios terrenos y este sector lo compra el protomédico Manuel Rodríguez con el compromiso de edificar. En 1819, su hija Josefa del Pilar se casa con Estanislao López y desde entonces esta casa queda vinculada a la figura del Brigadier", rememoró el arquitecto Calvo.
Tras la muerte del Brigadier López y de su viuda, años más tarde, sus hijos venden la casa en 1872 a Daniel de La Torre y "la familia que habitó en ese entonces le hace importantes modificaciones. Cuando nosotros pensamos en el Brigadier, pensamos en la fachada, pero no corresponde a su época sino que es 50 años posterior al momento en que vivió. Se convirtió en una casa a la moda para 1870 con elementos de lenguaje clásicos", agregó Calvo. En la casa actual se conservan puertas y rejas con más detalles clásicos que corresponden a las modificaciones de Daniel de La Torre, pero también hay algunas que se conservan de la época del Brigadier, que eran más simples.
Ahora con la Casa del Brigadier puesta en valor, el desafío será asumir el compromiso de mantenerla en buenas condiciones para que estos ladrillos continúen contando la historia rica de una época significativa para la ciudad de Santa Fe.