Luciano Andreychuk
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Las lluvias y la crítica situación en el norte de la ciudad dejaron en un segundo plano al tema que fue la noticia de la semana pasada: el insólito socavón de Urquiza y Bv. Pellegrini, de 10 metros de diámetros y 6 metros de profundidad. Con las intensas precipitaciones el ritmo de los trabajos aminoró, pero unos 30 operarios de Assa -con una retroexcavadora, grúa y otras máquinas pesadas- ya retomaron las tareas de reparación.
¿Qué se hizo desde la semana pasada hasta ahora? Primero, se retiró con bombas el agua de lluvia acumulada en el enorme cráter. Se sacó con camiones cisternas y con tres caños, que cruzan toda una cuadra hasta la esquina con 4 de enero -hacia el oeste- a otra entrada que da a la cloaca máxima. Se amplió el vallado en la zona, y se expandió el material geotextil sobre uno de costados del socavón, para afirmar el terreno y evitar nuevos desmoronamientos.
Además, se realizaron perforaciones para deprimir las napas, que están muy altas. Y una cuadra hacia el este, en Francia y bulevar, se descubrió la cañería maestro -que en el socavón está roto- y se colocó una válvula cuya función es cortar la circulación de agua por la cañería para poder trabajar sin problemas.
Todo eso para llegar a lo principal: el área crítica, que está en la cloaca. “Se armó una estructura de metal y se tablestaqueó alrededor de la cloaca máxima (de donde hasta ayer seguía brotando agua). El objetivo es llegar hasta lo profundo para determinar la dimensión de la afectación en la instalación cloacal y hacer un diagnóstico.
“Creemos que para el lunes, ya podríamos saber cuál es el problema central y determinar las soluciones”, dijo a El Litoral Guillermo Lanfranco, vocero de Assa. “Estamos haciendo una compleja intervención en un sistema de desagües cloacales”. Pero el funcionario fue realista: “Si llueve, todo se vuelve a complicar”, dijo. Por eso, no arriesgó el tiempo estimativo que demandará ahora el arreglo definitivo del problema.
Después de resolver el problema neurálgico en la cloaca, podrá arreglarse la cañería maestra de agua que se rompió y que fue la causa del problema. Finalmente, se hará un nuevo pavimento. Pero para llegar a esa fase, todo indica que habrá que esperar varias semanas más.
¿Otro problema?
En la calzada sur de bulevar, desde el socavón hacia el oeste, se abrió una rajadura de unos dos metros -desde el cordón de la senda central- y de 20 metros de largo. El sector, algo hundido, está vallado por protección. ¿Esto implica un riesgo de un nuevo hundimiento? Según Lanfranco, “esa grieta se produjo por un desplazamiento del suelo producto de las lluvias. En principio no se hundiría (ese sector), pero lo estaremos monitoreando”, cerró.
Bloqueado
El paso del tránsito sigue bloqueado en el radio aledaño al socavón. Está cortado todo bulevar desde su intersección con Francia (oeste), hasta el cruce con calle 4 de enero (este).