Miércoles 2.8.2023
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Fue principalmente un pintor, pero si se observa su tumultuosa biografía bien pudo haber sido el personaje principal de una novela de Joseph Conrad, Jack London, Julio Verne o Robert Louis Stevenson. O, para ser más precisos, de Rudyard Kipling con quien compartió también su origen británico.
Stephen Robert Koekkoek, quien recorrió durante muchos años la Argentina, llegó a inspirar con su trabajo al propio Benito Quinquela Martín y, de acuerdo a varias fuentes, pagaba sus estadías en hoteles con sus pinturas, nació en la Londres victoriana, en 1887.
Foto: Fundación Arte de las AméricasIntegrante de un largo linaje de artistas, de varias generaciones, este británico se encontró a principios del siglo XX seducido por Sudamérica, entonces una tierra de promesas en contraste con una Europa herida por la Primera Guerra Mundial. Así fue como, tras pasar por Perú, Bolivia y Chile, se estableció en Argentina en 1915.
Pasó por Mendoza y más tarde, en Buenos Aires, produjo la mayor parte de su obra pictórica. Prolífico (algunos calculan su producción en el orden de los 10.000 trabajos) se acercó al post impresionismo y luego dirigió sus trabajos hacia el reflejo de ámbitos portuarios, las procesiones y los cardenales. De hecho, son famosas sus series sobre estos dos últimos temas.
Foto: Archivo literario ChivilcoyLas crónicas sobre su vida señalan que, producto de sus recorridas por la Buenos Aires cosmopolita y bulliciosa de las primeras décadas del siglo XX, era conocido como el “inglés loco”. Según consta en la página web de Zurbarán usaba “sombrero Stetson, bastón de malaca y fumaban habanos Rey Eduardo VII”.
A pesar de que enfrentó diversas dificultades en su vida personal debido al alcohol y una tendencia depresiva, Koek Koek no dejó que eso afectara su pasión por la pintura. Continuó creando y exhibiendo sus obras tanto en Buenos Aires como en Montevideo y Santiago de Chile. Trágicamente, fue en esta última ciudad donde fue encontrado muerto en una habitación de hotel el 20 de diciembre de 1934.
Foto: Archivo El LitoralSin embargo, su legado no se perdió en el olvido. A partir de 1983, la Galería Zurbarán rescató y presentó al público contemporáneo la obra de este artista, realizando desde entonces 14 exposiciones retrospectivas. Además, en 2003 se creó la Fundación Koek Koek con el objetivo de difundir y proteger el trabajo del pintor.
La forma de vida errante de Koek Koek se tradujo en sus obras. Volcado primero al lienzo, pasó a trabajar sobre madera. Ignacio Gutiérrez Zaldívar en El Cronista (20 de enero de 2021) cuenta que “solía vivir en hoteles o albergues, de los que era expulsado por no pagar las cuentas, así que previamente hacía un "vaciado" de su habitación y retiraba las maderas de los cajones e incluso puertas y sobre ellas pintaba”.
Foto: Archivo literario ChivilcoyLa conexión del pintor con la ciudad de Chivilcoy es otra faceta interesante de su vida. Según consta en el Archivo Literario Municipal de esa ciudad de la provincia de Buenos Aires, durante la década de 1920, residió allí. Y, en la estancia Las Arboledas, pintó su obra “Veleros en sol de Mayo”, la cual obsequió al entonces príncipe de Gales, más tarde conocido como el Rey Eduardo VIII de Inglaterra, durante su visita a la Argentina en el mes de agosto del año 1925.
Marcelo Parajó, en una nota publicada en Perfil en julio de 2018, señala sobre el artista: “Siguiendo el recorrido de su obra se percibe el paso de una etapa de carácter impresionista, con una paleta atemperada, hacia un período casi expresionista con contrastes violentos, en el que las pinceladas son más gruesas, los colores intensos y las densas capas de pintura se superponen unas a otras”.
Visita de Eduardo VIII a la Argentina. Foto: Archivo Santa Fe / Hemeroteca Digital CastañedaHace un siglo, en la cordial
Este singular personaje de las artes plásticas argentinas también tuvo una ligazón con Santa Fe. En las ediciones del Diario Santa Fe correspondientes al mes de abril de 1923, fue posible hallar referencias a una muestra de sus obras en La Chinesca (en 25 de Mayo y Monseñor Zaspe, calle que por entonces tenía otra denominación).
Foto: Archivo Santa Fe / Hemeroteca Digital CastañedaEl periódico, en su edición del 21 de abril, pone de relieve la repercusión que obtuvo la muestra, que fue visitada por el propio gobernador de la provincia, Enrique Mosca y algunos de los ministros de su gabinete, que inclusive adquirieron obras. “La impresión que recibieron debió haber sido muy grata, pues la comitiva oficial felicitó calurosamente al gran artista”, dice textualmente el periódico.
Foto: Archivo literario ChivilcoyUnos días más tarde, el miércoles 25 de abril de 1923, el Diario Santa Fe difundió otra noticia vinculada al pintor inglés. “Conforme a lo anunciado, anoche quedó clausurada la exposición que de sus singulares cuadros venía realizando el afamado Koek-Koek, en el salón de La Chinesca, que con tanta gentileza prestara al efecto el artista señor Reinares” apunta el texto.
Foto: Archivo Santa Fe / Hemeroteca Digital Castañeda“Casi todas las obras expuestas han sido adquiridas por personas que han sabido apreciar el talento de Koek Kock, sabiendo que las obras compradas son verdaderas joyas artísticas, que han de disputarse en los museos”, añade la crónica. Y finaliza al puntualizar: “ha sido, pues, proficua la estada del celebrado pintor entre nosotros, de lo cual nos felicitamos. Alguna vez había de rendirse culto a la belleza de obras pictóricas, como las del que ha sido nuestro huésped”.