Nuestro segundo día en Kioto, fue realmente agotador. Ojo, no nos quejamos, sino que lo disfrutamos, pero no dejamos de cansarnos. El motivo: entre ambas jornadas en la capital cultural japonesa, caminamos casi 30 kilómetros, tratando de conocer lo más posible.
Este martes fue el turno, en primer término del Monte Inari, y luego, en el barrio de Shion Gijo, el tradicional paseo de las geishas.
El Fushimi Inari-Taisha es el principal santuario sintoísta, dedicado al espíritu de Inari. El emblemático lugar, se encuentra situado en la base de una montaña también conocida como "Inari", que incluye varios senderos para llegar a otros santuarios más pequeños.
Pero el principal, se encuentra a casi 300 metros, caminando cuesta arriba, atravesando los coloridos arcos naranjas. Como dije inicialmente, cansador, pero muy satisfactorio y con una vista de la ciudad de Kioto, imponente. El descenso, siempre más aliviados, no fue por el que todos iban. Conclusión: terminamos saliendo en el corazón de un barrio residencial.
Juan Ignacio Rodríguez - Enviado Especial a Japón.
Foto: Juan Ignacio Rodríguez - Enviado Especial a Japón.
Luego, siempre caminando, nos dirigimos al barrio de Gion, Gion, uno de los barrios de geishas más conocidos de todo Japón.
En algunos comentarios previos, nos hablaron que estas mujeres (algunos hombres también) vestidos con sus tradicionales kimonos, podían no tener el mejor humor al momento pedirles sacarse una foto, o grabar un saludo. Todo lo contrario, al menos en nuestra experiencia. Siempre una excelente predisposición y sabiendo que son un permanente atractivo para los turistas.
Este miércoles partimos a Osaka. Una nueva aventura nos espera, lógicamente, aguardando por el partido de Los Pumas ante Tonga el próximo sábado.