Miércoles 15.6.2022
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El siguiente texto fue escrito por un ex jugador de Colón, quien también supo vestir camisetas de equipos de otros países, como el Cúcuta (Colombia) y Deportivo Quito (Ecuador). Eduardo Azoge, de él se trata, vive en su Recreo natal y despunta el vicio como periodista en la Radio Power Max, 104.5 de Recreo, medio en el cual este martes le realizó una entrevista a Oscar Sabino Regenhardt, también recreíno, en una fecha muy especial para el ex defensor de Unión.
El ex zaguero sabalero posteó en su Facebook la nota realizada al Choclo (que en la actualidad está trabajando en Sportivo Belgrano de San Francisco de Córdoba), la cual trata sobre un hecho histórico para el fútbol santafesino: "Fue una persecución personal nunca vista antes en un campo de juego. Un episodio que marcó a fuego el partido entre Unión y Boca jugado a las 3 de la tarde del domingo 14 de Junio de 1981 por el torneo Metropolitano.
Un partido que entró en la historia, por los dos goles del Turco Alí, por la presencia de Boca que terminó siendo el Campeón del Torneo Metropolitano, por la muchedumbre que colmó el 15 de Abril como pocas veces, y por la insólita marca del Choclo sobre Diego Armando Maradona.
Regenhardt siguió a Maradona todo el partido, de comienzo a fin. Pero no sólo cuando la pelota estaba en juego. Ejerció una marcación personal hasta cuando Nery Pumpido (arquero rojiblanco) tenía la pelota en su poder. Algo jamás visto. Directamente, el jugador surgido en La Perla Del Oeste , se desentendió del partido y se concentró en el objetivo, que el mejor del mundo no tocara la pelota.
Foto: Gentileza Eduardo AzogePodría decirse que el planteo del entrenador tatengue, Carmelo Faraone, dio sus frutos. Unión se puso en ventaja en el vientre del primer tiempo con gol de Alí, aprovechando una desinteligencia entre los zagueros Mouzo y Ruggeri, y ese gol tranquilizó a Unión, y desarticuló a Boca... Maradona tocó poco y nada el balón, jugó incómodo y se lo veía fastidiado por el asedio constante del Choclo.
Todos sabemos quién era Maradona en ese momento, 1981. Ya era considerado el mejor futbolista de la época, pero faltaban todavía sus momentos más recordados dentro del fútbol: España 82, Barcelona, Nápoli, y cinco años después, México lo vería en su esplendor.
Pero, ¿Quién era Oscar Sabino Regenhardt? Nació futbolísticamente en el Club La Perla, jugaba los torneos libres en Recreo como wing derecho. Después dio el salto profesional a Unión, destacándose marcando ambas puntas. Tenía 25 años en el 81...
Charlando con Regenhardt en radio Power Max 104.5 de Recreo, expresó: "Sabíamos que había que anular a Maradona porque Boca dependía de él. No recuerdo que hayamos tenido cruces fuertes de palabra durante el partido", recordó.
Pienso..., tal vez Faraone eligió a Regenhardt sabiendo que al no ser un futbolista malintencionado, iba a poder mantenerse en la cancha sin ser expulsado. Regenhardt era ágil y potente, pero no era agresivo y brusco. Esas no eran sus características. Era fuerte e intenso, pero no "mala leche".
"No fue algo que me gustó hacer, pero era necesario para el equipo. Fue un trabajo sucio, cada vez que el árbitro Abel Gnecco giraba, yo trataba de agarrarlo, de molestarlo", señaló Regenhardt.
El Choclo habla poco de ese partido. Muchas veces cuando nos vemos, intento llevarlo a aquella tarde fría y de sol apabullante en Santa Fe, pero es como si el paso del tiempo lo incomodara. Oscar no lo dice, quizás lo inquieta que su carrera fuese recordada solamente por destruir el juego del mejor del mundo. O tal vez no...
No hubo faltas duras sobre Maradona. Sí agarrones de la camiseta, algunos cruces enérgicos en busca del cuerpo, anticipos constantes en busca del balón, pero sobre todo, una marca pegajosa, que resultó molesta para Pelusa. El árbitro no amonestó a Regenhardt, aunque hoy seguramente, una marca celosa de este estilo, lo hubiera condicionado mucho.
Maradona tocó muy poco la pelota. Un tiro libre que pegó en la barrera, dos tiros de esquina, una asistencia a Perotti... No más que eso. No podía escapar del policía que lo custodiaba, porque siempre lo aguardaba para perseguirlo.
Podría decirse que Regenhardt asumió la misión de manera religiosa, al borde del fanatismo. Lo siguió hasta cuando el 10 salió del campo de juego cuando en una acción Silvio Marzolini lo llamó para darle una indicación... Regenhardt en vez de continuar jugando, lo esperó desentendido del juego al lado de la línea, para seguirlo. En el medio, vino el segundo del Turco por encima de la Pantera Rodríguez, que definió el pleito.
Dicen que en la charla técnica previa al partido, Faraone, DT tatengue, dijo: "Hoy salimos a ganarle al puntero. Somos 10 contra 10. Ni Maradona ni Regenhardt, juegan. Y así fue.
Maradona siempre tuvo fresco el recuerdo de ese choque tan especial. "Sabíamos en ese momento que se venía un partido duro contra Unión. A nosotros Ferro nos soplaba la nuca, y no podíamos perder puntos. Recuerdo haber sufrido esa tarde. Soporté la marca de Regenhardt, como también sufrí después de las del italiano Gentile en el mundial de España, y la del peruano Reyna, que me cagó a trompadas en Lima por eliminatorias. Todo el mundo se acuerda de esa tarde en Santa Fe. Fue tremendo. El gringo me persiguió todo el tiempo, no me dejó respirar, pero no me pegó. Fue un caballero", contaba Diego rememorando el duelo con Regenhardt.
Una anécdota contada por el propio Choclo ya pasados varios años de ese encuentro, y en un choque Barcelona-Malaga, en 1984 (Diego en el Barsa y él en Málaga), Maradona le gritó: ¡Hasta acá me seguís gringo...!
Foto: Archivo- Unión: Nery Pumpido; Carlos López, Mario Alberto, Pablo de las Mercedes Cárdenas y Víctor Bottaniz; Oscar Regenhardt, Héctor Ártico y Eduardo Sánchez, Fernando Alí (Eduardo Stehlik), Leopoldo Jacinto Luque y Carlos Mendoza.
- Boca: Carlos Rodríguez; Hugo Alves, Oscar Ruggeri, Roberto Mouzo y Carlos Córdoba; Miguel Ángel Brindisi, Abel Alves (Osvaldo Escudero) y Jorge Benítez, Carlos Morete, Diego Maradona y Omar Perotti (Roberto Passucci).
- Goles: en el PT, 33m., Alí (U); en el ST, 34m., Alí (U).
- Recaudación: $ 439.068.000 (24.301 entradas).