Yuki Tsunoda, piloto de Racing Bulls de la Fórmula 1, vivió un insólito momento en su llegada a Estados Unidos para correr en el Gran Premio de Las Vegas. El japonés fue demorado durante tres horas y casi lo deportan.
El japonés llegó al país antes que los demás pilotos y tuvo que atravesar una insólita situación.
Yuki Tsunoda, piloto de Racing Bulls de la Fórmula 1, vivió un insólito momento en su llegada a Estados Unidos para correr en el Gran Premio de Las Vegas. El japonés fue demorado durante tres horas y casi lo deportan.
“Me sentí un poco extraño cuando me detuvieron. Por suerte no duró más de dos o tres horas”, explicó.
“Es algo incómodo, simplemente siento que recibí mucha presión… Si digo algo, siento que estoy en un problema mayor. Por suerte, todo salió bien”, añadió acerca de la situación que le tocó atravesar.
Tsunoda arribó a Estados Unidos antes que la mayoría de los pilotos ya que participará de algunas actividades promocionales para Red Bull junto a Liam Lawson, Checo Pérez y Max Verstappen, pero ingresó al país acompañado de su fisioterapeuta, con quien no pudo contactarse luego de que un agente de control fronterizo lo trasladó a una sala.
“Por suerte me dejaron entrar después de un par de discusiones. Bueno, en realidad hubo muchas discusiones, pero sí, casi me envían de vuelta a casa. El agente me metió en una habitación y tuvimos una conversación. No me permitieron comunicarme con mi compañero y ni siquiera llamar a alguien", remarcó el piloto.
“Quería llamar al equipo, o a alguien de la Fórmula 1, pero en esa sala no puedes hacer nada”, resaltó. No es la primera vez que Tsunoda viaja a Estados Unidos por lo cual lo sorprendió el operativo.
Por último, bromeó: “Llevaba pijama, así que tal vez no parecía un piloto de F1, pero estoy seguro de que él lo sabía. Durante la conversación, incluso me preguntó el salario y todo”.