El subsecretario de Recursos Hídricos del municipio, Felipe Franco, explicó que para aconsejar la evacuación de Colastiné Sur se basaron en un informe sobre todo el sistema de defensas que en el año 2008 realizó el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente. En él se determinó que las zonas más vulnerables son Colastiné Sur y Bajada Distéfano debido a que sus defensas están conformadas “por materiales sueltos, posibles de ser atravesadas por el agua”. En ambos casos, se plantea “un nivel de río seguro hasta los 5,60 metros, con más de eso pueden tener problemas”, aseguró el funcionario.
A partir de que los pronósticos comenzaron a indicar que el río iba a superar esa marca, se conformó una comisión técnica, integrada por asesores del INA, la Fich, la UTN, la Municipalidad, la provincia y las dos Vialidades (nacional y provincial), con el fin de tener respuestas técnicas ante diferentes escenarios y realizar un seguimiento periódico de esos puntos críticos.
“El grado de penetración del río va aumentando, lo cual hace que el sistema de defensas allí empiece a ser inestable. Como el terraplén es de material suelto, el drenaje a través del mismo puede provocar erosión, deterioro y fallas en la obra. Por eso recomendamos la evacuación, y de este modo buscamos disminuir los problemas que podrían tener los pobladores si se rompe la obra”, dijo el Ing. hídrico.
Aunque aclaró que “no quiere decir que se rompa, pero es una medida preventiva para el resguardo de las personas y de sus bienes personales”, finalizó Franco.
Notifican a los vecinos
Los vecinos de Colastiné Sur comenzaron a ser notificados ayer mismo de la disposición del intendente Mario Barletta de evacuar el paraje.
Asistentes sociales del municipio, acompañadas por policías, recorrieron casa por casa informando a los vecinos del decreto y pidiéndoles que firmen la notificación.
En tanto, esta mañana continuaba la construcción de los módulos transitorios para alojar a las 93 familias, mientras dure la emergencia.
Zunilda Pintos, una vecina del lugar, estaba ocupada esta mañana en trasladar algunas de sus pertenencias, como muchos otros. “No tengo agua en mi casa todavía, pero sí mucho barro y humedad” y definió el momento que atraviesa como “muy difícil”. Dijo que “no vivo en una carpa y ahora tengo que amontonarme con el resto de los vecinos en una especie de corral de vacas, no sé que va a pasar si viene una tormenta fuerte con eso que nos están armando debajo de grandes eucaliptus”.
Por último manifestó la preocupación que tienen muchos vecinos por no poder asistir a sus trabajos: “Algunos patrones entienden que no podemos ir y otros no, pero la verdad es que tenemos que trasladar nuestras cosas y no podemos dejarlas solas. Igual tenemos que cuidar nuestro trabajo, porque si no ¿qué hacemos después de que se vaya el agua?”, se preguntó.