El Litoral / NA
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La familia de un alumno de 16 años de un colegio católico de la ciudad de Salta presentará una denuncia ante la delegación local del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), luego de que un preceptor conminara al adolescente a quitarse una pulsera del colectivo LGTB.
Además, el establecimiento educativo al que asiste el adolescente informó que no admitirá el año próximo a cuatro alumnos que se solidarizaron con el joven, subieron fotos a una red social y en una de las imágenes se ve que uno de ellos hizo la señal de "fuck you" al escudo del Colegio Santa María al que concurren.
El padre del joven al que un preceptor de la escuela le hizo sacar la pulsera sostuvo en declaraciones al diario El Tribuno que su hijo sufrió una situación "coercitiva y violenta", aunque las autoridades del colegio finalmente desistieron de su actitud y pidieron disculpas.
Según relató el hombre, su hijo "portaba una pulsera multicolor LGBT y fue interceptado por un tutor, quien le pidió que se la quitase. Le dijo que afectaba a los valores del colegio y que resultaba provocativo. Mi hijo se negó, le pidió explicaciones, fue una situación coercitiva y violenta".
"Mi hijo se puso mal. Esa situación fue advertida por un coordinador del colegio y lo llamaron a la dirección", continuó en su relato el hombre.
Además, el padre del adolescente señaló que su hijo fue llevado a la dirección y en el lugar lo esperaba la directora y la vicedirectora, las cuales volvieron a pedirle que se quitara la pulsera, a la que consideraban, al igual que los pañuelos verdes, como elementos que "no estaban permitidos" en ess establecimiento.
Según el relato del hombre, su hijo "dijo que a él esa pulsera lo representaba, que no afectaba ninguno de los valores del colegio".
"Ya sin argumentos, cambiaron el rumbo de la negativa diciéndole que estaba prohibido usar pulseras en el colegio", relató.
Finalmente y después del tenso debate, la directora le dijo que si era tan importante para el chico la pulsera, que la siguiera usando.
A los pocos días, se comunicaron con el padre del alumno y lo convocaron a una entrevista en el colegio, en el que le pidieron disculpas por la situación y le dijeron que estaban "aprendiendo".
"Después de haberme asesorado con alguien acerca de los derechos que tienen los niños, sabían que no lo podían tocar a mi hijo", concluyó el hombre, quien dijo que a su hijo "lo querían invisibilizar, sancionaron a sus amigos y esa fue una forma de condenarlo a él y que arrastrara la culpa por esa situación. Fue un mecanismo siniestro".
En tanto, la versión del colegio que se dio a conocer a través de un comunicado oficial indica que "un alumno de cuarto año, que manifestó libremente su identidad de género, se lo respetó como se los respeta a todos los integrantes del colegio y se lo acompañó como se lo hace con todos los alumnos".
"En cuanto al episodio de la pulsera que portaba, se aclara que el equipo directivo, en una entrevista personal realizada ese mismo día, lo escuchó y atento a sus manifestaciones, realizó una excepción al reglamento que ya era conocido por el alumno, autorizando su uso hasta el último día de clases", se agregó en el comunicado.
En ese contexto, se remarcó que el chico "no solo sigue siendo alumno regular de la institución sin habérsele aplicado ninguna sanción por este tema, sino que también se ha aceptado su matriculación para el ciclo 2019", pese a lo cual la familia tomó la decisión de cambiarlo de colegio.
En cuanto a los compañeros que no serán admitidos el año próximo, indicaron que esa situación se produjo porque "habían cometido una falta grave contra la institución, al subir a las redes una foto con un gesto obsceno hacia el escudo del colegio y, por ende, al ideario institucional, junto a un insulto agraviante".