Lunes 27.6.2022
/Última actualización 12:44
Rusia dejó de pagar su deuda soberana en moneda extranjera por primera vez en un siglo y cayó oficialmente en estado de default, en lo que representa el punto cúlmine de las sanciones occidentales cada vez más duras que cerraron las vías de pago a los acreedores extranjeros.
Durante meses, el país encontró caminos para esquivar las sanciones impuestas tras la invasión de Ucrania por parte del Kremlin. Pero el domingo terminó el período de gracia de unos USD 100 millones de dólares en pagos de intereses que vencían el 27 de mayo, un plazo que se considera un evento de impago si no se cumple.
El Kremlin consideró “sin fundamento legal” la afirmaciones de que Rusia suspendió pagos en relación a su deuda externa por primera vez en cien años tras expirar el domingo el período de gracia para que llegaran a los tenedores de dos eurobonos casi 100 millones de dólares y euros en intereses.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.El vocero del Kremlin Dmitri Peskov dijo en conferencia de prensa: ”Estas afirmaciones sobre una suspensión de pago, también en este caso no tienen ningún fundamento legal”.
El origen de default de Rusia
El 27 de mayo Rusia debía pagar los cupones de dos eurobonos con vencimiento en 2026 y 2036, en euros y dólares.
El Ministerio de Finanzas anunció ese mismo día que la depositaria nacional pagó 71,25 millones de dólares por los bonos de 2026 y 26,5 millones de euros por los de 2036.
Las dificultades surgieron especialmente después de que Estados Unidos no renovará el 25 de mayo la licencia que le permitía a Rusia temporalmente pagar su deuda externa en dólares. Pero, según Bloomberg, los acreedores no recibieron el pago.
Dado que las agencias de calificación de riesgo no emiten este tipo de declaraciones de impagos al impedírselo las sanciones occidentales por la invasión a Ucrania, son los propios tenedores de eurbonos los que, al reunir el 25 % de la cantidad adeudada, tienen que afirmar que Rusia incurrió en un “evento de impago”.
El problema para Rusia se agravó después de que las contrapartes centrales como Euroclear y Clearstream dejarán de aceptar los activos de la Depositaria Nacional de Liquidación de Rusia (NSD), según Moscú. Además, la NSD está sancionada desde principios de junio por la Unión Europea.