"Estamos laburando en un incendio jodido en el campo, dame unos días por favor", fue el audio que envió Nicolás Mari, al establecer el primer contacto con El Litoral para saber cómo estaba la situación de los incendios en las sierras cordobesas.
Hay focos activos en La Cumbre, Alta Gracia, Alpa Corral y Falda del Carmen. Cuatro meses sin lluvias y los fuertes vientos complican el combate contra el fuego. En una entrevista con El Litoral, el cordobés Nicolás Mari, investigador del Inta sostuvo: "Es un escenario catastrófico a nivel ambiental".
"Estamos laburando en un incendio jodido en el campo, dame unos días por favor", fue el audio que envió Nicolás Mari, al establecer el primer contacto con El Litoral para saber cómo estaba la situación de los incendios en las sierras cordobesas.
Mari es licenciado en Gestión Ambiental e investigador extencionista del Inta, pero antes que todo es vecino y acudió como decenas de civiles a sofocar las llamas que no se detienen en el Valle de Punilla. "El martes de la semana pasada cuando me hablaste estaba yendo a apagar un incendio. El inicio del fuego se presume que fue por un cable de la compañía eléctrica en una zona periurbana, cercano a la casa de mis padres que tienen su hogar a 15 kilómetros del pueblo de La Cumbre. A penas me entero del fuego salgo corriendo con tres bidones de agua", relató el cordobés.
Desde ese día el incendio se expandió y las llamas no cesan en La Cumbre. "Vamos todos los días con civiles, brigadistas, bomberos, tratando de pararlo", indicó Mari y detalló que lo que se está quemando es la zona de bosques del valle del río Pintos, una zona muy querida por los lugareños.
"Lamentablemente un vecino perdió la vida a causa de este incendio. Es una devastación lo que está pasando y si este fuego no se para se va hasta La Rioja", advirtió el especialista en Gestión Ambiental y en imágenes satelitales.
Según el reporte diario que emite el gobierno Nacional sobre el manejo de fuego, en Córdoba continúa activo este foco en La Cumbre (Departamento Punilla), en la zona de Alta Gracia, en Alpa Corral y en Falda del Carmen.
-¿Este 2020 es un año atípico en cuanto a las quemas?
-La estación de incendios en Córdoba empieza en agosto/septiembre, pero este año empezó en junio/julio. Hubo un gran incendio en agosto de 15 días y se quemaron aproximadamente 30.000 hectáreas, siendo uno de los hitos este año.
-¿Cuánto se va quemando este año? ¿Y cuál es el escenario actual?
-Estamos rondando las 90.000 hectáreas, con lo cual nos estamos acercando a los máximos históricos. Es un escenario catastrófico a nivel ambiental, nosotros hablamos del socio-ecosistema, porque son ecosistemas de bosques donde conviven distintas actividades productivas, el turismo, la conservación de la naturaleza, y la degradación del ambiente atenta contra todo esto.
En estos momentos lo que se está quemando en La Cumbre, es una zona que pertenece al Chaco Seco, que es un ambiente que nace entre Córdoba y San Luis. Es un ambiente seco por sí mismo, pero se agrava la situación por la sequía que estamos viviendo, acá al menos hace cuatro meses que no llueve y es una "bomba" el lugar, hay mucha acumulación de combustible y además es una zona boscosa y de arbustales, y el combate contra el fuego es muy dificultoso porque se generan llamas muy altas y la capacidad humana es muy limitada.
La poca accesibilidad que hay también dificulta el proceso, son lugares muy alejados de las zonas urbanas, hay bajadas pronunciadas y no baja cualquier vehículo. Son zonas de pequeños productores ganaderos, de bajos recursos en general, y no tienen la atención del sistema para poder defender sus lugares.
-¿No alcanza el recurso humano para hacer frente?
-Los bomberos hacen un esfuerzo enorme, pero no dan abasto. Hay mucho trabajo por hacer y no alcanza ni el recurso humano ni los equipos. En la provincia los aviones hidrantes no son propios, son todos privados, es decir que el sistema de hidrantes depende del dinero con el que se cuenta para alquilar los aviones. Es un contrato entre la Nación y la empresa privada, entonces se estipula un número determinado de horas y la cuestión es que, vos cumplís las 30 horas de contrato pero el fuego sigue quemando y ahí tenes que renegociar el contrato con el dueño de los aviones.
-¿Cuál es el déficit cordobés en cuanto a la lucha contra los incendios forestales?
-Uno de ellos es que históricamente, hasta el año 2005 aproximadamente, el Plan Provincial del Manejo de Fuego contaba con un impuesto al fuego, que se deducía, casualmente, de la factura del servicio eléctrico. Ese impuesto se derogó y ahora no hay un fondo para la lucha contra el fuego.
En esos momentos, con esos fondos, había más recursos y podíamos contar con un helicóptero con capacidad de 8 personas y que podían "helitransportar" a los bomberos con tres o cuatro viajes y llegaban en minutos al lugar y la cosa era mucho más fácil. Esto responde a que ahora no hay dinero y si vos la tenés podes contratar el helicóptero.
-¿Y el otro punto débil?
-Es que las instituciones de bomberos no asumen el rol de capacitar a la sociedad civil y a los brigadistas para prepararse ante el fuego, no van a los campos a brindar capacitación a los baqueanos para trabajar contra el fuego; no vienen a los municipios a hacer una capacitación a Defensa Civil para reaccionar contra un eventual peligro, y si lo hacen no se nota.
-Sabiendo que es algo de todos los años y es sistemático…
-Sí, totalmente. En estas zonas tenemos un relevamiento de hace 30 años. A través de imágenes de satélites empezamos a marcar desde el 1987 y guardamos la "cicatriz" quemada de cada año, y tenemos hecho hasta el 2019. Cuando superpones las capas de información te encontrás que la provincia de Córdoba se quemó entera y hay determinados lugares donde se quemó muchísimas veces.
Cuando te pones a ver el incendio actual y ves la capa histórica de Punilla y te das cuenta que no es un hecho atípico, lo que pasa que esta zona hace 20 años no se quema. Todo el rebrote del bosque nativo se vuelve a quemar, también hay zonas que no se habían quemado en más de 30 años y es peor porque era lo que había que cuidar.
-¿Por qué sale la gente a apagar el fuego?
-La gente acude porque asume como propio salir a apagar el fuego, para defender la naturaleza, el bosque nativo. Es la sensación que te están prendiendo fuego el patio de tu casa, ese patio que te lleva a bañarte al río, a hacer un asado con amigos abajo de árboles que tienen 150 años. Es el paisaje cordobés, es el turismo. Acá Punilla es el sector con mayor afluencia del turismo de Córdoba, más del 90% viene acá, es una de las principales actividades económicas.
-¿Qué se debe hacer desde ya?
-Hay que establecer un plan de restauración, con mayor presencia del Estado y hacer valer la Ley de Bosques (Nº 9814). Se deben proteger áreas que no están protegidas, pero no es sólo hacer una reserva natural en los papeles porque después no ponen un mango para protegerla, tienen que tener un presupuesto para un guardaparques, que tengan vehículos, un centro de interpretación, etc.
Las sierras de Córdoba siguen ardiendo