"Somos madres, padres, y familias desesperadas por el incontrolable narcotráfico que destroza la adolescencia y futuro de nuestros hijos", dice la nota anónima, mediante la cual denunciaron a la "Curandera" Vanesa Saravia (37). Se la acusó de continuar al frente del negocio de la droga, a pesar de encontrarse presa en la cárcel de Mujeres de Rosario, cumpliendo una condena a 10 años como jefa de una organización dedicada al tráfico de estupefacientes en la capital provincial.
El anónimo, que el 3 de diciembre del año pasado llegó a manos del fiscal federal Nº 1, Gustavo Onel, dio origen a una investigación que -en su primer tramo-, consistió en chequear la verosimilitud de los datos aportados.
Una vez corroborada la información, el funcionario judicial solicitó intervenciones telefónicas, que derivaron en un allanamiento positivo el 22 de febrero de este año y tres días después en una requisa carcelaria en la que se incautó un celular con el cual la presidiaria manejaba los hilos de la empresa delictiva extramuros.
Medio de cocaína
La causa apunta a la "Curandera" Saravia y a Verónica Celeste Frías (37), con la cual mantiene un estrecho lazo familiar. En el caso de Frías, fue detenida el día del allanamiento del 22 de febrero, cuando Gendarmería Nacional incautó más de medio kilo de cocaína en su casa de la calle Alberti al 3900 de Santa Fe.
Por ese caso, ambas fueron procesadas como coautoras del delito de "tenencia de estupefacientes con fines de comercialización" y este jueves el fiscal Onel solicitó la elevación a juicio al juez Reinaldo Rodríguez.
Para la fiscalía, se encuentra acreditado que ambas "tuvieron bajo su esfera de dominio y custodia una determinada cantidad de sustancia estupefaciente con fines de comercialización, la cual fue hallada en el domicilio de Frías, en calle Alberti N° 3974 de la ciudad de Santa Fe".
En dicha oportunidad, los gendarmes hallaron 533,8 gramos de cocaína con el logo del delfín -hace referencia a su pureza-; 22 gramos de marihuana; 1160,5 gramos de elementos de corte; 12 teléfonos celulares; $ 13.690 y una balanza de precisión.
Como correlato del secuestro de la droga, personal de la Unidad de Reunión de Información "Santa Fe" de Gendarmería Nacional llevó adelante diversas intervenciones telefónicas que permitieron verificar que Saravia -detenida en el Instituto de Detención Unidad 5 de Rosario-, "llevaba adelante junto a Frías la actividad de comercialización de sustancias ilícitas".
Para justificarlo evaluaron los impactos de antenas telefónicas de la línea utilizada por Frías, que visitaba todos los miércoles a su pariente presa; y registraron numerosas llamadas en las que de manera elíptica, se hacía referencia a la droga.
La presencia de Frías "le permitía coordinar desde su lugar de detención con alguien del mundo exterior, el comercio de estupefacientes, el cual, en ocasión del allanamiento realizado en el domicilio de Frías, corroboró la hipótesis de que ésta resguardaba allí el material ilícito".
Para completar el esquema delictivo, el fiscal Onel solicitó el secuestro de los teléfonos que pudiera estar usando Saravia en la unidad carcelaria y reclamó al director de la Unidad Penal Nº 5 de Rosario que se impida que la imputada se comunique con el exterior sin un adecuada control.
La requisa se llevó a cabo el 25 de febrero y derivó en el secuestro de un teléfono celular, que estaba escondido en una ventana correspondiente a la celda que ocupaba Saravia.
A raíz de ese episodio, el Servicio Penitenciario provincial envió una nota al Juzgado Federal Nº 1 solicitando el traslado de la interna Saravia a jurisdicción del Servicio Penitenciario Federal, reconociendo cierta incapacidad para controlar a la rea. Hasta el momento la medida no fue ejecutada y Saravia sigue en Rosario.
Primera condena
Vanesa Marcela Saravia (37), conocida como la "Curandera" o la "mae umbanda" firmó el año pasado una sentencia a 10 años de prisión, por su rol como "organizadora de almacenamiento y comercio de estupefacientes agravado por el número de personas"; y como autora del delito de "tenencia de drogas con fines de comercialización". La banda fue desbaratada el 7 de noviembre de 2019, cuando se hallaron 143 kilogramos de cocaína. Por el hecho fue sentenciado su esposo Martín Alejandro Albaristo y otras ocho personas recibieron condenas de menor envergadura.
Denuncia anónima
Los primeros días de diciembre de 2021 una denuncia anónima ingresó a la Fiscalía Federal a cargo del Dr. Gustavo Onel, en la cual vecinos de la ciudad de Rafaela dieron cuenta del flagelo de la droga.
"Nos dirigimos anónimamente ante su fiscalía, para ponerlo en conocimiento de los actos ilícitos que suceden en nuestra ciudad, ya que hemos recurrido al juzgado y fiscalía federal de Rafaela en busca de ayuda, y nos encontramos sin solución alguna", comienza la misiva.
"Somos madres, padres, y familias desesperadas por el incontrolable narcotráfico que destroza la adolescencia y futuro de nuestros hijos, decidimos actuar anónimamente ya que nuestra ciudad se ha vuelto muy peligrosa aún hasta con las fuerzas federales, debido a los innumerables acuerdo policiales entre bandas dedicadas al narcotráfico y narcomenudeo…", acusaron.