Wegovy. Así se llama el nuevo medicamento recientemente aprobado por la ANMAT para el tratamiento de la obesidad y que estará disponible en Argentina recién el año próximo. Vendrá en inyecciones que se aplican de forma subcutánea y que según estudios realizados tiene muy buenos resultados. Cuánto costará aún no se sabe. Si se conoce que se venderá bajo receta médica.
Sin embargo, en Argentina el problema de la obesidad ya se trata con un medicamento que contiene la misma droga que tendrá Wegovy -llamada Semaglutide- con otro nombre comercial y en una dosis menor. Ozempic no es reconocido por las obras sociales -solamente algunas lo reconocen pero para pacientes diabéticos- y tiene un costo que ronda los 60 y 90 mil pesos mensuales.
En diálogo con El Litoral, el médico Antonio Saleme (M.P. Nº4306), Jefe del Servicio de Endocrinología y Metabolismo del Sanatorio Santa Fe de la capital provincial. explicó por qué es tan prometedor el fármaco aprobado recientemente por la ANMAT y evacuó las dudas que circulan al respecto.
-La ANMAT aprobó recientemente el uso de un medicamento inyectable para bajar de peso. Sin embargo hay mucha confusión al respecto porque hay gente que ya lo utiliza. ¿Qué hay que aclarar al respecto para que se entienda bien?
-La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) aceptó un fármaco que ya estaba aprobado para el tratamiento de la diabetes. Ahora lo que cambió, lo nuevo digamos, es que lo aprobó para el tratamiento de la obesidad.
O sea: ese fármaco ya se vende en farmacias del país a una dosis diferente, menor, para tratar la diabetes. Lo que ahora se conoció es la aprobación por parte de la ANMAT del mismo fármaco a una dosis mayor para tratar la obesidad en pacientes que no necesariamente tienen que tener diabetes, razón por la cual uno como médico podría ya con esta autorización de ANMAT dar la dosis de 2.4 que es la más alta para tratar a un paciente con obesidad.
Imagen ilustrativa. Wegovy.
Muchos habrán escuchado que recién en un año el fármaco va a estar disponible en las farmacias. Y tiene que ver con eso, con la versión 2.4 que de hecho tiene otro nombre y se llama Wegovy. Para esa versión sí habrá que esperar hasta 2024.
Ahora el fármaco que se comercializa viene hasta 1.0, bajo el nombre Ozempic; pero la droga que es Semaglutide es exactamente la misma para los dos, o sea para Ozempic y Wegovy. Cambia el nombre de fantasía o el nombre comercial. A lo que voy es a lo siguiente: yo podría indicarle a un paciente que se coloque dos veces un miligramo de Ozempic y estaría cerca de la dosis de 2.4 de Wegovy. Reitero que tanto Ozempic como Wegovy son nombres comerciales. La droga de ambas se llama Semaglutide.
-¿Por qué se dice que es un verdadero boom?
-Porque es extremadamente seguro. Prácticamente casi que no tiene ningún efecto adverso grave, solamente efectos adversos leves, digestivos, que desaparecen con el tiempo y eso es lo que lo diferencia de todos los otros fármacos conocidos hasta ahora.
-¿Cómo funcionan estas inyecciones? ¿Cada cuánto se colocan y cuál es el efecto que produce en el organismo para lograr un descenso de peso?
-El fármaco se coloca como una pequeña inyección idéntica a las insulinas. Viene una lapicera con una aguja muy chiquitita que se coloca en la piel, o mejor dicho de forma subcutánea. La aguja es muy pequeña, mide cuatro milímetros. Su aplicación es semanal.
¿Dónde actúa? Actúa en el hipotálamo, que está en nuestro cerebro. Semaglutide principalmente actúa ahí porque es ahí donde están los centros del apetito y el centro de la saciedad. Lo que produce, justamente, es un aumento de la saciedad y disminución del apetito.
Para explicarlo de otra manera: Semaglutide es una droga muy parecida a una hormona intestinal que producimos normalmente y que en los pacientes con obesidad se produce en menor cantidad o hay resistencia a su acción. Por lo cual, la dosis de este fármaco es mucho más alta que la cantidad de hormona GLP-1, así se llama la hormona que producimos en el intestino. Por eso es que tiene mucha más acción a ese nivel.
Y acá es importante aclarar lo siguiente: la droga no es un psicofármaco, no es un ansiolítico, no es un antidepresivo, no es una anfetamina… No es una droga que afecte al estado de ánimo en nada o asociada a patologías de la psiquiatría. Por eso es que es tan segura, porque hasta ahora muchos de los fármacos para el tratamiento de la obesidad tenían algún efecto antidepresivo, algún efecto ansiolítico o similar, o sea, eran psicofármacos y entonces tenían un tipo de efectos adversos que eran más relevantes y es por eso que muchos de ellos salieron directamente de circulación porque al final el riesgo era mucho mayor que el beneficio.
El síntoma más importante de la obesidad es el hambre. Si nosotros como médicos no podemos actuar sobre el hambre del paciente, es imposible que podamos tener resultados ni a corto ni a largo plazo. Por eso es que la mayoría de los pacientes no desciende de peso o muchos logran el descenso pero no lo logran mantener. Porque el hambre siempre está y tiene muchas formas: puede ser emocional, compulsivo...
-¿Quiénes son los destinatarios de este medicamento?
-Este fármaco está destinado a pacientes con un sobrepeso importante y alguna otra enfermedad como por ejemplo diabetes, hipertensión, colesterol alto, triglicéridos altos y pacientes con obesidad con o sin otra enfermedad.
Los pacientes con obesidad pueden tener solamente obesidad y con eso es suficiente para poder indicar el tratamiento.
No está indicado en pacientes que tienen un pequeño aumento de su peso ideal, por ejemplo alguien que tiene 5, 6 o 7 kilos demás y quiere usar este fármaco para descender de peso. En esos casos las alternativas son otras.
Es importante aclarar que este fármaco forma parte de un tratamiento que debe ir acompañado de un abordaje interdisciplinario con médicos, psicólogos y nutricionistas. Es muy importante abordarlo así para poder acompañar al paciente en lograr cambios de hábito y se sienta fortalecido.
¿Por qué es importante este abordaje? Porque va a disponer de un fármaco que le va a sacar el apetito, pero debe aprovechar eso para modificar hábitos en su alimentación y estilo de vida, incorporando la actividad física por ejemplo. La cuestión psicológica es clave también. Hablamos de personas que cuando logran un importante descenso de peso empiezan a ser el centro de atención. Dejan de pasar desapercibidos y, de pronto, son el centro de temas de conversación. Todos quieren saber qué hizo. Además de que se ven diferentes frente al espejo, la ropa empieza a quedarles grandes… y todo eso hay que trabajarlo desde lo psicológico.
-¿Tiene efectos adversos? ¿Y algún grupo de personas que no lo podría utilizar?
-Los efectos adversos de este fármaco son principalmente digestivos. Puede producir náuseas y vómitos en algunos pocos casos. También diarrea, constipación y acidez.
Esos son los síntomas más frecuentes. Todos leves y tolerables, por eso es que se va aumentando de a poquito la dosis. La idea es que estos efectos vayan desapareciendo con el tiempo.
Quienes no pueden usarlo son un grupo muy pequeñito. Los pacientes que pueden tener alergia a alguno de sus componentes, lo cual es muy raro. También aquellos pacientes que tienen un cáncer de tiroides bastante raro que se llama carcinoma medular de tiroides. ¡Ojo! No se trata de un cáncer de tiroides, hablo de un cáncer aún más específico y poco frecuente. Son los únicos pacientes en los que está contraindicado.
-A la hora de recetarlo ¿se agotan instancias para lograr un descenso de peso, como puede ser intentar primero un plan de alimentación con actividad física, o se puede indicar al momento de conocer al paciente y evaluarlo?
-Hay que desterrar el mito de que vas a perder kilos comiendo menos y haciendo ejercicio. Vuelvo a repetir que si no tratamos el tema del hambre en el paciente, en cualquiera de sus formas, vamos a fracasar. Por eso, ya en la primera visita, o en la segunda o en la tercera podemos introducir al paciente en este tratamiento con Semaglutide.
No hay que agotar instancias previas si no tratamos el hambre en los pacientes con obesidad porque vamos a fracasar en el tratamiento a corto, mediano o largo plazo.
-Usted ya utiliza esta droga en pacientes, de hecho fue pionero acá en Santa Fe, qué balance hace respecto de su efectividad?
-Nosotros utilizamos este fármaco hace dos años porque ya estaban los estudios que evidenciaban su efectividad en personas obesas, estudios que tomaron los entes regulatorios como la ANMAT para aprobarlo también.
Nosotros podíamos ya utilizarlo porque la FDA (que es la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU) ya lo había aprobado y acá en Argentina existen los medicamentos off-label, que son aquellos prescritos en condiciones distintas de las autorizadas, es decir, utilizados para un uso no reflejado en su ficha técnica.
La verdad se trata de un fármaco muy eficaz para descender de peso y esa eficacia también tiene que ver con la dosis que se utiliza. Imaginate que la dosis de 0,5 mg produce un descenso del 7%, la de 1 mg cerca de un 10% y la de 2.4 mg (como es la de Wegovy), el 15 %. Hablamos de un descenso en un período de 16 meses, lo que igualmente depende de cada paciente lógicamente.
-¿Cuánto tiempo es el tratamiento con estas inyecciones? ¿Puede generar un efecto rebote una vez concluido?¿Por qué?
-La obesidad es un problema de salud crónico, así lo establece la Organización Mundial de la Salud de hecho. Como tal el tratamiento es de por vida, como lo es el de la hipertensión, la diabetes, la hipercolesterolemia... La persona que tiene presión sabe que la medicación es para siempre. Lo mismo es con la obesidad. No hay que hacer un tratamiento por un determinado período de tiempo o hasta lograr un objetivo, es de por vida. De ahí la importancia de modificar hábitos también.
Con respecto al efecto rebote hay que aclarar que no lo tiene. Lo que pasas es que si tenemos un fármaco que disminuye el apetito, cuando dejemos de utilizarlo ese apetito va a volver. Y ahí es cuando el paciente va a volver a ganar peso.
No entra por obra social
La droga que actualmente recetan los médicos para tratar la obesidad, Semaglutide (cuya marca comercial es Ozempic) no es reconocida por las obras sociales. No sucede lo mismo para pacientes diabéticos, en quienes sí algunas obras sociales la reconocen. Según pudo saber El litoral, este fármaco tiene un costo que va desde los 60 a 90 mil pesos mensuales. Sobre Wegoby aún se desconoce cuánto saldrá.