Una joven de 22 años fue blanco de un brutal asalto el pasado jueves por la noche en las calles de barrio El Pozo. Se trataba de una estudiante que regresaba a casa tras cursar en su carrera universitaria. Ella fue sorprendida por un delincuente que no tuvo piedad, la aferró del cuello desde atrás y la revolcó por el piso para robarle el teléfono celular. La chica terminó con importantes lesiones en una pierna y también en su rostro. El malviviente la dejó tirada en el piso, le arrebató el aparato y huyó corriendo en dirección a un asentamiento irregular que hay al norte, contra la laguna.
Poco después, la víctima y su madre fueron a radicar la denuncia en la Comisaría cercana. Fue entonces que fuera de la seccional se encontraron vecinos del barrio y otros que residen en el caserío hacia donde habría escapado el asaltante. Se vivieron momentos de extrema tensión, en donde los uniformados debieron intervenir para que la cosa no pase a mayores. Volaron insultos y amenazas de todo tipo entre ambos grupos.
Este viernes, cuando caía la tarde en El Pozo, personal policial irrumpió en el sector conocido como "el asentamiento" y logró detener al presunto responsable del hecho. "Acá todos se conocen. Estaba totalmente identificado es te sujeto", reconoció una fuente de la fuerza.
El sospechoso fue traslado a la comisaría, donde quedó a disposición del Ministerio Público de la Acusación. Minutos después, la vereda se llenó de familiares del aprehendido, que reclamaron por su liberación. Mientras tanto, otro grupo de jóvenes allegados al preso llegó a arrojar piedras contra los policías. Finalmente, los revoltosos corrieron para desaparecer en la zona del asentamiento, tras lo cual cortaron los cables del tendido eléctrico y todo ese sector quedó a oscuras.