De la Redacción de El Litoral
Sergio Ferreira, L. Pablo Casals y Marcelo Fiorentino abordaron desde la ficción la historia de los primeros asentamientos coloniales en Santa Fe. La presentación será multidisciplinaria con participación de distintos artistas.
De la Redacción de El Litoral
cultura@ellitoral.com Los escritores santafesinos Sergio Ferreira, L. Pablo Casals y Marcelo Fiorentino presentarán la novela colectiva, escrita a tres tintas, “1580. Primera revuelta criolla en América Latina”, en la que abordaron a través de recursos ficcionales la historia de los primeros asentamientos coloniales españoles en la zona de lo que hoy conocemos como Santa Fe. Topográficamente ubicada en las adyacencias de Cayastá actual, aquella primera aldea de ranchos de barro y techo pajizo, fue la base de diseminación del poder colonial europeo hacia el sur de América, y el mojón previo a la segunda fundación de Buenos Aires. En ese marco se dieron pujas de poder entre el Virrey Toledo y su mano derecha, Gonzalo de Abreu, gobernador del Tucumán, y el Adelantado Ortíz de Zárate y su hombre de confianza, Juan de Garay. Cuando éste último partió con destino a la refundación de Buenos Aires, Abreu logró instigar el alzamiento de los mancebos, los Siete Jefes, reclamando autogobierno, propiedad de la tierra y honores municipales. Esa gesta se revive en esta novela de autores santafesinos que se presentará el próximo jueves 15, a las 20.30, en la sala principal de Amsafe Capital, Rivadavia 3279, con entrada libre y gratuita. —¿Por qué la elección del tema abordado desde la ficción? —L. P. C: Quizá este libro obedezca a una señal que perduró, que viene de la escuela primaria de los inicios de la década de 1970, y a instancia de nuestras maestras (y maestros) de entonces, aquellos chicos de guardapolvos y portafolios de cuero marrón, pudimos observar y guardar en la memoria a los Siete Jefes, como héroes románticos, como genuinos representantes de los sueños de libertad que en aquellos años previos a la dictadura del proceso, influían en las currículas. Esos maestros nos llevaron en jornadas de estudio a las ruinas cercanas a Cayastá, también al Museo Etnográfico, nos pasearon por las galerías del Convento de San Francisco, aquí, en el sur de esta Santa Fe, nos mostraron el zarpazo del yaguareté sobre la mesa centenaria, y nos pintaron a Venialbo, Leyva, Mosquera, Ruiz, Gallegos, Romero y Villalta, con colores eternos, los que flameaban en la bandera que enarbolaron desde siempre los hombres libres. —¿Cómo llegaron al tono utilizado? —M. F: La lectura y relectura de textos formales de historia, como los redactados por Agustín Zapata Gollán, también de obras épicas, como “Aquella noche de Corpus”, de Mateo Booz, y ensayos del tipo de “La Argentina”, de José Luis Víttori, marcaron su impronta en nuestra forma de considerar, ver, analizar y crear, respecto de este volumen. El tono fue conseguido, no sólo en cuanto a la tensión narrativa, a su pulsación interna, sino también en cuanto a lo expresivo, a las formas de decir por las cuales hacemos hablar con voz propia a Lázaro de Venialbo, a Juan de Garay, a Diego de Leyva y hasta el mismísimo Cristóbal de Arévalo, el judas de este drama. —¿Cómo fue trabajar a tres tintas, cuál fue el método? —S. F: La forma hallada fue reunirnos, durante 51 miércoles por la noche de todo un año, con asistencia casi perfecta, creación culinaria autóctona y acompañamiento de buenos vinos. Jornadas de trabajo y gusto por las cuales nos sumergíamos en los pormenores de los hechos, imaginábamos cómo darles un punto de vista, una escala de valores propia y personal, aunque compartida, distinta de lo que ya sabíamos escrito con proceridad por autores como los citados, y pensábamos qué nuevo aporte hacer: así surgieron las voces de los aborígenes, de algunas mujeres santafesinas, que hasta aquí aparecían casi enmudecidas, y apareció el aporte de la vida portuaria de una ciudad como aquella Santa Fe, ya que los ríos de entonces oficiaban como verdaderas avenidas para el transporte de personas y enseres. —¿Cuánto tiene de historia y cuánto de ficción? — S.F: La historia domina la producción. Necesitábamos ajustar nuestra creación a los hechos registrados en libros, documentos electrónicos, revistas, poemas, etc. que hablaban de aquellos tiempos y de estos héroes, pero también de estos villanos. Y es válido aclarar que parte de ese material valioso, lo encontramos en producciones no santafesinas. Mucho en producciones asunceñas, porque los mancebos de la tierra que reclutó Garay para su empresa eran originarios de Asunción. Y los paraguayos asumen la gesta de la fundación y los hechos sucesivos de Santa Fe, como de hijos de esa ciudad. Presentación multidisciplinaria La obra se constituye en el 27º título publicado por el Fondo Editor Cooperativo “Los Juegos del Temps”, “que mantenemos vivo y nos mantiene vivos desde hace 11 años”, reseñó Ferreira. La presentación será a través de una puesta en escena que reunirá, además de la lectura oral, realizada por los propios autores, artistas de fuste y de múltiples disciplinas, a saber: músicos, Coco Domínguez y Guillermo “Topo” Gervasoni; actrices: “Mona” Krabesky y Karina Ribichich; escritoras: María del Pilar Rodríguez y Cristina Figueroa; cuarteto coral: integrantes del Coro Polifónico de Santa Fe, Agostina Nardi (soprano), Daniela Lucía Coria (mezzo-soprano), Gabriel Villot (tenor), Fernando Báez (bajo), más la solista (mezzo-soprano) Ruth Ramírez.
opiniones L. Pablo Casals